Teletrabajo: una nueva opción personal
La Asociación Nacional de Teletrabajadores triplicará sus afiliados
Con más de 10.000 afiliados particulares directos y cerca de 600 empresas asociadas, la Asociación Nacional de Teletrabajadores (ANT) representa, según su Presidente, Alfredo Jiménez, “la más clara iniciativa para el desarrollo en nuestro país de la modalidad laboral del teletrabajo”. Según Jiménez, el teletrabajo es una nueva opción personal, sin embargo, todavía es necesario alcanzar un marco laboral y legal, así como una plataforma adecuada para poder desarrollar una estructura organizada de teletrabajo. En este sentido, la evolución de las telecomunicaciones y las normas relacionadas con la propiedad intelectual son algunas de las claves para el desarrollo de este modelo laboral que cuenta ya con aproximadamente 200.000 seguidores en nuestro país.
Para el presente ejercicio, la ANT tiene previsto triplicar el número de afiliados en sus dos vertientes de teletrabajadores y teleempresas, y como consecuencia de esto potenciar los servicios a ambos colectivos para homologarse en prestaciones a las organizaciones afines -comunitarias e internacionales- que tienen en sus respectivos países el modelo del autoempleo mucho más desarrollado. El incremento de sus asociados y la colaboración con entidades paralelas a nivel nacional e internacional permitirá a la ANT ejercer un presión sobre los poderes públicos para la creación en un futuro del marco legal y laboral apropiado, así como fomentar la inversión para la constitución de una plataforma adecuada para el teletrabajo. “Debemos concienciar a los políticos de que existe una nueva realidad y fomentar la creación de un Plan Nacional de Teleempleo”, señala Jiménez.
Alfredo Jiménez defiende un nuevo concepto de persona, “el teletrabajador es un individuo con una actitud personal ante la vida que, además, por su condición, debe ser más profesional, disciplinado y coherente que aquel que trabaja en un entorno empresarial estructurado”, y añade, “el teletrabajo es una nueva opción personal, ya no sólo laboral, para un nuevo tipo de persona que quiere aproximar su vocación y calidad de vida a su desempeño profesional y la misión de la ANT es actuar como facilitador de este nuevo modelo”.
Así la ANT nace con una vocación fundamentalmente social ya que según su Presidente: “el teletrabajo no es sólo un producto del actual momento tecnológico, sino que formula un nuevo concepto de persona con más libertades y autonomía”. A pesar de este enfoque, la Asociación, no sólo no pierde la realidad de las infraestructuras técnicas que hacen viable el teletrabajo, sino que desde sus comienzos la plataforma tecnológica ha sido uno de sus puntos fuertes. No obstante, Alfredo Jiménez insiste en que “la tecnología nos da libertades pero hay que saber administrarla”.
Afiliados
La ANT afilia a particulares, empresas y organismos en distintas modalidades en función de los objetivos que le plantean. A nivel individual, el teletrabajador puede tener intereses totalmente dispares como buscar empleo, difundir su curriculum, adquirir material informático, orientarse sobre la prestación que más se adecúa a sus posibilidades, acceder a cursos de formación, asesorarse sobre temas financieros, etc. Por esta razón la ANT ha diseñado distintos medios de relación y servicio (Servicio de Orientación, Servicios Gestores, Servicios Comerciales, Servicios Tecnológicos, etc.). La cuota de afiliación media individual en la actualidad es de 7.500 pesetas al año. A nivel de empresa u organismo, la ANT propone también varios cauces de afiliación (Asociado Tecnológico, Asociado de Recursos Humanos, Asociado Emprendedor y Asociado Colaborador) para que cada interés encuentre una respuesta concreta en la organización asociativa.
Por otra parte, la ANT tiene una especial sensibilidad hacia los grupos laboralmente marginados. El teletrabajo, en este sentido, proporciona una vía y plataforma de homologación del trabajador inédita hasta ahora, según Jiménez, que supera multitud de prejuicios empresariales.
Ventajas
Según la ANT el modelo de teletrabajo se traduciría en enormes ventajas para las empresas, las personas y para la totalidad de la sociedad. A nivel global, el teleempleo derivaría en ventajas desde el punto de vista ecológico como la reducción de la contaminación, el ahorro energético y la reducción de la construcción y expoliación del planeta. Una mayor transparencia laboral, la globalización económica, el desarrollo de nuevas tecnologías de intercambio y comunicaciones y el reequilibrio regional, serían otras ventajas. Los trabajadores aumentarían su calidad de vida, sus niveles de autonomía, reducirían sus gastos y se favorecería una mayor vocación al empleo. Las empresas se beneficiarían de una mayor productividad.
En este sentido, uno de los mayores miedos por parte de los empresarios, es la seguridad de sus datos, por lo que se hace imprescindible una regularización adecuada de conceptos como el de la propiedad intelectual. Sin embargo, el teletrabajo facilitaría el cambio y movilidad empresarial, se racionalizarían los medios y emplazamientos laborales, además de que se incrementaría la productividad por el mejor aprovechamiento del tiempo laboral.
Profesiones
Según los representantes de la ANT los servicios financieros, los servicios laborales, los agentes de seguros, el secretariado, los servicios de traducción, de telemarketing, los desarrolladores informáticos, el sector jurídico, los diseñadores gráficos, los periodistas, escritores, el profesorado y los servicios de diagnóstico médico son algunas de las actividades profesionales más susceptibles de ser desarrolladas a través de este nuevo modelo laboral.