Tecnología PC del futuro, ya. Una nueva generación de procesadores, arquitecturas de bus más abiertas y sistemas operativos avanzados.
La industria del ordenador personal está asistiendo al final de un ciclo tecnológico que ha durado cinco años. Este ciclo, que comenzó hacia 1987 con la introducción de sistemas basados en el procesador i80386, finaliza ahora para dar paso a un nuevo período marcado por procesadores más potentes, buses locales para periféricos y una serie de avanzados sistemas operativos. Para las empresas que sobrevivan a la actual crisis -marcada por una guerra de precios atroz que podría durar aún más de un año- las oportunidades de expansión son considerables. Por otro lado, aquellas firmas que decidan entrar en este nuevo mercado de sistemas personales podrán hacerlo con una media de precios de venta al público relativamente elevada.
Por una parte, el lanzamiento de Pentium subirá el listón de las prestaciones: tecnologías de 64 bits y ratios de velocidad por encima de los 66 MHz devolverán a las empresas la necesidad de poseer un fuerte potencial en cuanto a ingeniería e investigación.
De otro lado, las tecnologías emergentes referidas a arquitecturas de bus local, tales como VESA VL-Bus o Intel PCI, proporcionarán a los sistemas periféricos la capacidad de funcionar acorde con la nueva y más potente tecnología.
Por último, sistemas operativos como el OS/2 de IBM, el Solaris de Sun o el Windows NT de Microsoft, proporcionarán a los nuevos PCs características y prestaciones que hasta el momento sólo eran posibles en equipos con arquitectura workstation, mini o mainframe. Todo ello ofrece evidentes perspectivas de expansión y un futuro bastante rosa.
El primer sistema 386 que conoció la industria informática fue lanzado por Compaq en 1986. Otros fabricantes de PCs optaron por esperar hasta Abril del año siguiente, cuando IBM lanzó sus equipos PS/2 rompiendo la barrera de los 32 bits. Aunque la arquitectura EISA (Extended Industry Standard Architecture) ampliaba las capacidades de la arquitectura ISA (Industry Standard Architecture), y aunque IBM decidió ampliar también las prestaciones de MCA (Micro Channel Architecture), y aunque Intel daba un espaldarazo al futuro de la tecnología de 32 con el lanzamiento de los primeros sistemas 486, lo cierto es que la arquitectura de los PCs y compatibles no dista hoy en gran medida de la que ofrecían aquellos equipos del 87.
Un equipo 486, en concreto, utiliza la misma arquitectura que un sistema 386DX con un coprocesador 387, memoria caché y un controlador para dicha memoria. Por su parte, el ratio externo de velocidad de reloj de estos equipos ha permanecido alrededor de los 33 MHz, exactamente lo mismo que consiguen los sistemas 386 más avanzados. Resultado: los PCs de hoy en día han devenido en ser artículos de consumo, debido a la permanencia continua de los mismos estándares. Como en cualquier otra industria, todos estos factores desembocan en guerras de precios y la convulsión en el mercado se produce, dando lugar, tarde o temprano, al final del ciclo correspondiente.
PENTIUM, IMPORTANTE BAZA PARA EL HARDWARE PC
Pero no todo podía ser malo: la tormenta escampa y, como muestra el gráfico 1, las nuevas especificaciones ya se perfilan: Pentium ofrece proceso superescalar, trasmisión de datos a 64 bits y velocidad de reloj interna de 66 MHz, entre otras nuevas características.
El anterior nombre, P5, fue mencionado por primera vez cuando se anunció el 80486DX/50, en la feria PC Expo de 1991. De entonces a ahora, cada vez se ha ido vislumbrando de forma más clara hacia dónde orientaba Intel su estrategia: quería competir directamente con los sistemas inmediatamente superiores, a saber, las estaciones de trabajo. Esta claro que la relación precio/rendimiento del Pentium no puede compararse aún con la de una workstation normal, pero nadie niega que, durante este año y el que viene, la frontera entre ambos mundos estará cada vez más difuminada.
Hablemos de precios: Intel pretende iniciar su aportación al nuevo ciclo tecnológico con una agresiva política de precios, que le ponga en una posición mejor, si cabe, que la que ha obtenido con la tecnología 486. Inicialmente, el i80486 se vendía por un precio superior a los 1.000 dólares, en tanto que el Pentium se situará alrededor de los 850 dólares. Uno de los OEMs de la compañía, por su parte, ha declarado su intención de vender sistemas basados en Pentium por un precio aproximado de 3.500 dólares (unas 400.000 pts.) pero IDC considera que el nivel medio de precios se situará alrededor de los 6.000 dólares para equipos básicos, y entre 8.000 y 10.000 dólares para equipos de gama alta.
Los sistemas basados en Pentium entrañarán un mayor coste inicialemente, en gran parte porque la circuitería asociada es mucho más costosa para chips de 66 MHz que para los que integran los PCs de hoy en día. Asimismo, las configuraciones de los nuevos equipos implicarán mayores capacidades de disco y monitores con mayor resolución. Y, por si fuera poco, la disponibilidad, en un principio, será bastante pobre -a Intel le llevó más de un año alcanzar el ratio de 100.000 unidades 486 cada cuatro meses-. Todo ello hace pensar que pasará algún tiempo hasta que se pueda hablar de una fabricación normalizada, que por otra parte conllevará un retraso en la política agresiva de precios.
Por este motivo, Intel realemente contempla un proyecto de bajo coste: el P24T -586SX, si se quiere- está ya en proceso de desarrollo, y de esto han sido informados sólo unos cuantos OEMs privilegiados. IDC, no obstante, baraja la posibilidad de que se trate de un dispositivo de doble velocidad similar al 486DX2, pero con bus externo de 32 bits; los equipos basados en este procesador alcanzarían un precio aproximado de 3.500 dólares.
ARQUITECTURAS DE BUS LOCAL
El segundo gran cambio en el nuevo ciclo tecnológico radica en la arquitectura de bus. Ya en Junio del pasado año, Intel y VESA (Video Electronics Standards Association) lanzaron simultáneamente sus especificaciones para este segmento hardware: PCI (Peripheral Component Interconnect) Y VL-Bus (VESA Local Bus). Ambas especificaciones, que permiten la conexión de sistemas periféricos directamente al procesador, ofrecen un rendimiento muy superior que las actuales ISA, EISA y MCA, pero no vienen a reeplazarlas, sino más bien a complementarlas: existirán equipos PC con arquitecturas mixtas, compatibles entre sí.
No obstante, las especificaciones de Intel y VESA tienen diferentes perspectivas y están orientadas a distintas necesidades. Intel, por su parte, que quiere que los OEMs puedan desarrollar sus sistemas de la forma más sencilla posible, y cuyos objetivos se orientan a licenciar la mayor cantidad posible de ASICs a estos OEMs, observa en PCI una forma de conseguir resultados satisfactorios en ambas cosas. De otro lado, su rendimiento, en comunión con el de Pentium, le ofrecerá la posibilidad de penetrar en mercados de más alto rango que le permitan incrementar su cuota de participación. En cuanto al nivel de respuesta, hay que señalar que las cosas no pueden ir mejor: Entre las firmas interesadas y ya comprometidas con PCI cabe destacar algunas de la talla de Dell, Compaq, Tandy o Zeniht Data, en el ámbito de los sistemas personales, así como otras como IBM, Unisys o Siemens en el ámbito de los sistemas superiores.
En cuanto a la especificación de VESA, son varias las compañías interesadas en ella, suficientes como para que se pueda hablar efectivamente de una futura guerra de buses, si bien, como ya se ha mencionado, los intereses de ambas especificaciones son bien dispares.
Su fuerza de avance es la necesidad por parte de los fabricantes de periféricos de poder desarrollar soluciones adaptables a la placa madre, con una consiguiente disminución de costes, y que les permite ampliar las perspectivas de desarrollo. Porque, en efecto, nuevos tipos de soluciones periféricas serán posibles con VL-Bus (gráficos acelerados, acceso más ráp