Tarifas orientadas a costes.
Siguiendo con el asunto de las tarifas y los comentarios que habitualmente vemos en la prensa diaria cuando tratan estos temas, y dado que solamente se contempla la probable subida de las tarifas urbanas, parece conveniente airear algunos datos relativos a situaciones que hay que resolver en un plazo muy breve.
Fijémonos, por ejemplo, en las líneas alquiladas. Para las empresas son un elemento importante porque sobre ellas se construyen las redes corporativas. En España son muy caras; una de las más utilizadas, como puede ser una línea alquilada nacional a 64 Kbps tiene una tarifa de alquiler mensual de 526.000 ptas. Si es de 2 Mbps la situación es peor; su tarifa no aparece en el BOE -con lo que queda en entredicho la legalidad de cualquier cantidad que se cobre probablemente motivado porque se contratan pocas al año- lo cual es un indicador muy negativo para el país porque refleja la debilidad de nuestras infraestructuras de telecomunicaciones.
Pensemos ahora en un gran cliente, como puede ser una empresa con oficinas por todo el país. Su factura de servicios portadores puede resultar prohibitiva. ¿Qué podía hacer, hasta ahora, el operador?. Como aquí no se hacen descuentos por volumen de compra, no queda otra solución que inventar algo, hecho muy a la medida del cliente, y que permita mantener el cliente. Mediante un servicio Red Uno, el alquiler le puede resultar por poco más de 100.000 pts. porque el servicio total vale mucho menos que una parte, si se adquiere de forma independiente.
Al liberalizar la conmutación de datos esa solución no vale. Los proveedores de servicios de valor añadido tiene que pagar lo mismo en su contabilidad.
Las cifras manejadas son reales. Los márgenes tremendos. El problema a resolver, también.