Superordenadores: los nuevos dinosaurios.

Primero fueron los mainframes, ahora le toca el turno a los superordenadores. Desde la aparición de los primeros Pc's hasta el Pentium, todo lo que ha ocurrido en este sector ha dejado sentir sus consecuencias en los demás. En este momento los fabricantes empiezan a cuestionarse la viabilidad de los superordenadores tal y como se concebían hasta ahora El anuncio la pasada semana, por parte de Silicon Graphics de un nuevo superordenador capaz de procesar 5.4 millones de instrucciones por segundo, podría marcar el comienzo de una nueva era en cuanto a la concepción de esos monstruos que son los grandes ordenadores centrales de proceso.

Las declaraciones del vicepresidente de Investigación y desarrollo de SGI, podrían resultar a la larga proféticas si sus esfuerzos y los de IBM en este sentido dan los frutos apetecidos. Hemos llegado al final de un proceso... ya no es necesario que estas máquinas sean tan grandes, ni tan antiguas en su concepción ni que comsuman tanto, y nuestro producto viene a demostrarlo.

Efectivamente no deja de resultar chocante que en un momento en el que la tecnología es capaz de condensar grandes unidades de memoria en dispositivos del tamaño de una caja de cerillas, estos monstruos sigan ocupando una habitación. El precio y la cantidad de recurso humanos que hay que dedicar a su adquisición y mantenimiento, suelen gravar peligrosamente los presupuestos de las compañías. El primer escalón hacia una nueva generación de superordenadores es utilizar microprocesadores sensiblemente más baratos de los que se utilizan hasta ahora y que sean capaces de dar, como mínimo, las mismas prestaciones que los actuales. El precio también tendrá que adaptarse a las nuevos baremos del mundo informático.

¿Pero porqué es precisamente ahora cuando estas grandes máquinas pueden empezar a cambiar?. La clave se encuentra una vez más en los avances experimentados en el mundo de la microinformática. Los ordenadores de sobremesa y las estaciones de trabajo son cada vez más potentes y más baratos. Junto a ello la oferta de software para este tipo de plataformas es tan variada, que en ocasiones complicados procesos informáticos se pueden realizar con ambas herramientas. Los nuevos conceptos de informática distribuida y entornos cliente/servidor han hecho el resto.

No hay reunión de expertos ni rueda de prensa con los fabricantes de este sector, en la alguien pregunte sobre el futuro de la gama de grandes ordenadores de la compañía. Existe la sensación, cada vez más generalizada, de que estos monstruos tienen los días contados. La respuesta de los fabricantes suele ser la misma: existen todavía necesidades de proceso en las compañías que no pueden ser satisfechas ni con miniordenadores ni con estaciones de trabajo, por lo cual dichas empresas todavía tienen necesidad de superordenadores. A priori nadie pone en duda que dichas demandas sean ciertas, pero a lo que nos referimos los periodistas cuando formulamos una pregunta de este tipo, es a si se van a producir cambios importantes en el tamaño, el precio y las prestaciones de este hardware y cuándo seran tangibles.

El primero en responder ha sido SGI. IBM por su parte se encuentra actualmente trabajando para ampliar su gama de productos de procesos masivamente paralelos cuya base es la tecnología RISC de sus sistemas RS/6000. Según todos los indicios esta compañía podría presentar el próximo mes de noviembre un superordenador que utiliza más de 64 procesadores RS/6000.

Pero los fabricantes tradicionales de este tipo de productos como Cray o Convex, no parecen dispuestos a poner su oferta en la estantería de un museo. Según los responsables de Cray, este sector del mercado goza de un perfecto estado de salud, y su libro de pedidos se encuentra saturado hasta finales del 93. No obstante también reconocen que el sector que demanda sus productos siguen siendo los grandes centros de proceso de las administraciones públicas y grandes centros de investigación.

Cabría por lo tanto extraer la consecuencia de que dichos sectores tienen en su mano la decisión final. En este sentido el director del Laboratorio de Aplicaciones para superordenadores de Estados Unidos (NCSA) ha dicho que estamos al principio de una nueva era: la de la supercomputación basada en miniordenadores. La seguridad en la robustez del mercado de la supercomputación tal y como lo conocemos hoy en día, se viene abajo cuando se sabe que tanto Cray, como Convex preparan su entrada en la tecnología de procesos masivamente paralelos para el próximo año 94. La primera presentará un producto cuya base será el procesador de 64 bit de Digital. En cuanto a la segunda se sabe que está trabajando en un proyecto que incluirá la tecnología PA-RISC de HP. Todo pues parece indicar que no falta mucho para que los superordenadores se conviertan en unos nuevos dinosaurios.

Para terminar con esta reflexión sobre la posible extinción de estos dinosaurios, una frivolidad: Silicon Graphics podría estar trabajando en los efectos especiales de la película Parque Jurásico. Ironías del sector.

Viñeta publicada el 20 de febrero de 1870 en La Flaca n.º 35 Tendencias

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