Suecia prosigue su apuesta para liderar las TI a nivel mundial
Con una población de casi nueve millones de habitantes y una de las economías más prósperas del viejo continente, Suecia es el país que, hoy por hoy, lidera en Europa la llamada Sociedad de la Información. Si bien el pasado año 2000 finalizaba con grandes pérdidas en las bolsas de los valores tecnológicos y con un cierto aire de incertidumbre tras la crisis de las puntocom, un clima de aún hoy se respira, la economía sueca ha sabido hacer frente a este período de rescisión. Un escollo del que aún hoy muchas de las empresas que han logrado superarlo, sufren sus consecuencias. Ante este panorama, Suecia sigue apostando fuerte en el sector de las telecomunicaciones y las tecnologías de la información (TIC), a las que ven como el motor de arranque de su economía.
(Estocolmo, Suecia). Ante la nueva configuración del mapa económico de Europa muchos ven que, tras la crisis de los años 90, estamos asistiendo a un proceso de recuperación económica de gran alcance, sobre todo a nivel europeo y en el que, como opina Ylva Hambraeus, vice-directora general de IT-Företagen, institución creada para el fomento del uso de las TI, “Suecia es el laboratorio para la Nueva Economía y un gran mercado para el futuro”. Alrededor de 650 compañías forman parte de esta asociación (sobre todo consultoras, operadores de telecomunicaciones, compañías de software y hardware, y con nombres tan conocidos como Ericsson o Electrolux) y que pretenden influenciar las condiciones que gobiernan la industria de las TI. Para Hambraeus, el éxito de la economía sueca se debe a “la rápida adopción por parte de las compañías tradicionales de las nuevas tecnologías para ser globalmente más competitivas en sus negocios, sobre todo la industria automovilística y la farmacéutica”.
Otra de las explicaciones sobre la buena acogida de las TI y las telecomunicaciones está en las inversiones, entre ellas, las realizadas por Suecia en I+D. Según la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) a comienzos del siglo XXI, Suecia era el país de la organización que mayor porcentaje de PIB invertía en I+D, un 3,8% anual.
Por otra parte, si bien Suecia siempre se ha distinguido por ser uno de los principales exportadores de productos de telecomunicaciones, ya desde finales de la pasada década se caracterizó por deber gran parte de su desarrollo a la fuerte expansión de esta industria con crecimientos anuales de PIB en torno al 4%. Además, si en 1997 había 10.928 personas empleadas en empresas de servicios relacionadas con las TI, a finales de 1999 el número ascendía a 48.000 personas. Todo ello viene a constatar la actitud positiva que los suecos tienen en general respecto a las tecnologías, especialmente Internet. Para Bo Beckeström, director de proyectos de ICT Comisión, organismo consultivo de carácter no vinculante que analiza el impacto de las TI en la sociedad sueca con el objetivo de promover la diseminación de información sobre nuevas oportunidades en la Sociedad de la Información, “la penetración de Internet en Suecia es la más alta en Europa, sobre todo entre los grupos de edades entre los 18 y los 35 años aunque en un importante sector de la sociedad que comprende entre los 50 y los 64 años también comienza a penetrar con fuerza, sobre todo, por lo que a temas de asistencia médica se refiere”.
Sin embargo, esta recuperación de las telecomunicaciones en el país nórdico no va a venir sólo gracias a las aportaciones del sector privado. Como apunta Beckeström, “ICT Comisión ha propuesto al gobierno un plan de inversiones de 300.000 millones de pesetas en infraestructuras de telecomunicaciones hasta 2005”. Beckeström apunta que para el gobierno sueco lo importante es garantizar la desregulación del sector por lo que en estos momentos están estudiando su propuesta para que en 2005 haya cinco operadores en régimen de competencia.
Cambios inminentes
Si bien el mundo de los negocios en Europa está en plena transformación, Suecia no es ninguna excepción. Negocios que quiebran, empresas que son absorbidas por grandes industrias, creación de nuevos puestos de trabajo y una serie de reajustes que, en muchos casos, han copado titulares de la actualidad informativa como consecuencia del despido masivo de empleados. Incluso Ericsson, la primera empresa sueca por facturación, por encima de Telia, tiene previsto despedir durante este año unas 18.000 personas en sus sucursales a nivel mundial, entre las que no se encuentra España, y siendo sus pérdidas durante el primer trimestre de 2001 de más de 90.000 millones de pesetas. Además, Ericsson ha visto como su compañía ha sido superada en la bolsa de Estocolmo por el fabricante finlandés de móviles, Nokia.
Sin embargo, como señala el director de comunicaciones de Ericsson en Estocolmo, Mads Impgaard, “esperamos que la crisis finalice a finales de este año y que ya nos recuperaremos durante el último trimestre”.
Pero no sólo desde Ericsson se tiene la confianza de que los momentos más bajos de la crisis ya han vivido y que se espera una pronta recuperación. El director de comunicación de la consultora Intentia, Thomas Ahlerup, defiende que “el 2002 será el año de la recuperación”. Intentia, una empresa que factura más de 66.000 millones de pesetas, 2.000 de los cuales corresponden al negocio en España, y que el pasado año aumentó sus beneficios por licencias en un 30%, también ha registrado pérdidas y afronta una reestructuración de su actividad para centrarse en la adaptación al comercio electrónico de empresas más tradicionales. Para Ahlerup “la caída de las puntocom no ha provocado que las empresas tradicionales dejen de invertir en infraestructuras tecnológicas”. Una opinión compartida por muchos y que abre un hilo de esperanza para aquellas empresas que en los últimos tiempos han visto que sus negocios no respondían a las expectativas creadas y que, ante la actual situación, comienzan a ver cómo el futuro de las TI en Suecia empieza a perfilarse para llevar al país a una clara posición de liderazgo.
(Estocolmo, Suecia). Ante la nueva configuración del mapa económico de Europa muchos ven que, tras la crisis de los años 90, estamos asistiendo a un proceso de recuperación económica de gran alcance, sobre todo a nivel europeo y en el que, como opina Ylva Hambraeus, vice-directora general de IT-Företagen, institución creada para el fomento del uso de las TI, “Suecia es el laboratorio para la Nueva Economía y un gran mercado para el futuro”. Alrededor de 650 compañías forman parte de esta asociación (sobre todo consultoras, operadores de telecomunicaciones, compañías de software y hardware, y con nombres tan conocidos como Ericsson o Electrolux) y que pretenden influenciar las condiciones que gobiernan la industria de las TI. Para Hambraeus, el éxito de la economía sueca se debe a “la rápida adopción por parte de las compañías tradicionales de las nuevas tecnologías para ser globalmente más competitivas en sus negocios, sobre todo la industria automovilística y la farmacéutica”.
Otra de las explicaciones sobre la buena acogida de las TI y las telecomunicaciones está en las inversiones, entre ellas, las realizadas por Suecia en I+D. Según la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) a comienzos del siglo XXI, Suecia era el país de la organización que mayor porcentaje de PIB invertía en I+D, un 3,8% anual.
Por otra parte, si bien Suecia siempre se ha distinguido por ser uno de los principales exportadores de productos de telecomunicaciones, ya desde finales de la pasada década se caracterizó por deber gran parte de su desarrollo a la fuerte expansión de esta industria con crecimientos anuales de PIB en torno al 4%. Además, si en 1997 había 10.928 personas empleadas en empresas de servicios relacionadas con las TI, a finales de 1999 el número ascendía a 48.000 personas. Todo ello viene a constatar la actitud positiva que los suecos tienen en general respecto a las tecnologías, especialmente Internet. Para Bo Beckeström, director de proyectos de ICT Comisión, organismo consultivo de carácter no vinculante que analiza el impacto de las TI en la sociedad sueca con el objetivo de promover la diseminación de información sobre nuevas oportunidades en la Sociedad de la Información, “la penetración de Internet en Suecia es la más alta en Europa, sobre todo entre los grupos de edades entre los 18 y los 35 años aunque en un importante sector de la sociedad que comprende entre los 50 y los 64 años también comienza a penetrar con fuerza, sobre todo, por lo que a temas de asistencia médica se refiere”.
Sin embargo, esta recuperación de las telecomunicaciones en el país nórdico no va a venir sólo gracias a las aportaciones del sector privado. Como apunta Beckeström, “ICT Comisión ha propuesto al gobierno un plan de inversiones de 300.000 millones de pesetas en infraestructuras de telecomunicaciones hasta 2005”. Beckeström apunta que para el gobierno sueco lo importante es garantizar la desregulación del sector por lo que en estos momentos están estudiando su propuesta para que en 2005 haya cinco operadores en régimen de competencia.
Cambios inminentes
Si bien el mundo de los negocios en Europa está en plena transformación, Suecia no es ninguna excepción. Negocios que quiebran, empresas que son absorbidas por grandes industrias, creación de nuevos puestos de trabajo y una serie de reajustes que, en muchos casos, han copado titulares de la actualidad informativa como consecuencia del despido masivo de empleados. Incluso Ericsson, la primera empresa sueca por facturación, por encima de Telia, tiene previsto despedir durante este año unas 18.000 personas en sus sucursales a nivel mundial, entre las que no se encuentra España, y siendo sus pérdidas durante el primer trimestre de 2001 de más de 90.000 millones de pesetas. Además, Ericsson ha visto como su compañía ha sido superada en la bolsa de Estocolmo por el fabricante finlandés de móviles, Nokia.
Sin embargo, como señala el director de comunicaciones de Ericsson en Estocolmo, Mads Impgaard, “esperamos que la crisis finalice a finales de este año y que ya nos recuperaremos durante el último trimestre”.
Pero no sólo desde Ericsson se tiene la confianza de que los momentos más bajos de la crisis ya han vivido y que se espera una pronta recuperación. El director de comunicación de la consultora Intentia, Thomas Ahlerup, defiende que “el 2002 será el año de la recuperación”. Intentia, una empresa que factura más de 66.000 millones de pesetas, 2.000 de los cuales corresponden al negocio en España, y que el pasado año aumentó sus beneficios por licencias en un 30%, también ha registrado pérdidas y afronta una reestructuración de su actividad para centrarse en la adaptación al comercio electrónico de empresas más tradicionales. Para Ahlerup “la caída de las puntocom no ha provocado que las empresas tradicionales dejen de invertir en infraestructuras tecnológicas”. Una opinión compartida por muchos y que abre un hilo de esperanza para aquellas empresas que en los últimos tiempos han visto que sus negocios no respondían a las expectativas creadas y que, ante la actual situación, comienzan a ver cómo el futuro de las TI en Suecia empieza a perfilarse para llevar al país a una clara posición de liderazgo.
