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Cada año ocurre lo mismo. Esperamos con impaciencia a que se publique un informe que refleje que España es un país innovador en el que la inversión en tecnología –tal y como predican nuestros dirigentes– es algo prioritario. Pero nada. Año tras año, nuestro gozo en un pozo, ya que somos capaces de empeorar una situación que ya de partida era mala. A mí me recuerda mucho a Eurovisión. Siempre esperamos que este año sea el del triunfo y siempre somos capaces de hacer el ridículo un poquito más respecto al resto de países de la Unión Europea.
Volviendo a ese concepto tan común en todos los discursos políticos y no políticos: sociedad de la información, hemos vuelto una vez más a conseguir lo que el año pasado parecía casi imposible. España ha descendido dos puestos en el desarrollo de la sociedad de la información colocándose en el puesto 17, según se desprende del informe España 2011, publicado por la Fundación Orange.
Por supuesto que con los datos que en este estudio se reflejan quedamos por debajo de la media europea y por detrás de países como Estonia, Malta o Irlanda. Esto datos macro también tienen su reflejo en el desarrollo de la sociedad de la información por comunidades autónomas, y así nos encontramos que la brecha tecnológica no solo es de España con el resto de Europa sino que se afianza de forma interna. Atendiendo a los datos, se puede apreciar que Madrid y Cataluña representan las comunidades más avanzadas y Extremadura aparece en el lado opuesto con 20 de los 28 indicadores analizados por debajo de la media europea.
Espero ya con impaciencia el estudio del próximo año porque estoy segura de que será capaz de reflejar que todo lo expuesto en los diferentes informes ha sido debido a un “aspecto coyuntural” y España se situará en el puesto que le corresponde.