Sostenibilidad, reciclaje y concienciación

La sociedad debe ser consciente de la importancia del valor “marca sostenible”, y para conseguirlo las Administraciones Públicas deben promover medidas en este sentido. La concienciación de la empresa y la industria no basta para que la sociedad encuentre otras motivaciones aparte de la relación calidad/precio de un producto. Se están haciendo esfuerzos a nivel educativo, por parte de las ONG y de algunos colectivos ciudadanos, pero aún estamos lejos de conseguir que, además de fijarnos en el precio, nos fijemos en qué condiciones se han fabricado los productos que consumimos y con qué materiales.
Es necesario adoptar todas las medidas necesarias para que los productos tengan el menor impacto sobre el medio ambiente, y es el eco-diseño lo que permite la posibilidad de reutilización de las diferentes partes de un producto. Hay varios vínculos muy claros entre RSC (Responsabilidad Social Corporativa) y el área de I+D, siendo uno de los principales un diseño de los productos que respete el entorno. Otro de los vínculos entre RSC e I+D lo podemos encontrar en la comunicación transparente entre sociedad e I+D, pues muchas empresas ofrecen a la sociedad herramientas proactivas para comunicar a los departamentos de I+D las necesidades y preocupaciones sobre el uso de los productos, sirviendo esta comunicación para desarrollar soluciones que se adapten mejor a las necesidades de un mercado siempre en evolución.
Afortunadamente, en los últimos años, el cuidado y la preocupación por el medio ambiente se ha vuelto a convertir en un importante factor social y económico, materializado en el término green IT. Tanto por cuestiones de RSC como de protección del entorno, o por estar en línea con la conciencia de sus propios clientes las empresas punteras están dejando de mirar hacia otro lado en lo que respecta a la contaminación y la emisión de residuos.
Pero la sostenibilidad comienza desde la fase de diseño y producción: el diseño sostenible no debe ser sólo una actitud, sino parte integral del proceso de fabricación. En el caso de los sistemas de impresión, donde se puede apreciar claramente los beneficios del desarrollo de productos sostenibles, se les debe exigir eficiencia energética, el uso de papel reciclado con garantías de calidad, que aproveche toda la superficie de impresión y la reducción o compensación de las emisiones de ozono. Así, además, los usuarios resultan beneficiados al ahorrar gastos en papel y disponer de un producto con una vida útil más larga. Otro factor determinante es la elección de materias primas que minimicen los riesgos durante su utilización por parte de los usuarios. Incluso hay procesos que llegan a quintuplicar la capacidad de reciclaje al emplear sistemas que permiten que el tóner o la tinta resistan al agua y puedan separarse del papel durante el proceso de reciclado.
La necesidad de mejora de los productos se hace con una visión global que implica un compromiso con la sociedad para ofrecer que dichos productos cumplan con los estándares más exigentes. Por ello, cada producto que se comercialice ha de cumplir con la legislación sobre seguridad pertinente; evitar la emisión de sustancias peligrosas; no ser cancerígeno, mutagénico o toxicoreactivo para los humanos; que sea valorado y aprobado por expertos e instituciones independientes; y debe ir acompañado de la adecuada información sobre salud, seguridad y medio ambiente.


L.Wijnhoven es director financiero y máximo responsable del área de RSC de Océ-España.

Viñeta publicada el 20 de febrero de 1870 en La Flaca n.º 35 Tendencias

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