Sistemas Abiertos

La realidad del usuario

Cuando los PCs se convirtieron en productos ampliamente disponibles a comienzos de los años 80, los usuarios comenzaron a instalarlos y utilizarlos en todas las áreas de sus empresas, mientras que los preocupados directores de informática pedían orden. Y cuando las redes LAN aparecieron unos años después como un medio de enlazar PCs entre sí, los usuarios prosiguieron con su actividad de compra e implementación, mientras los directores de sistemas emitían de nuevo sus mensajes aconsejando precaución.

Esta evolución tecnológica promovida por los usuarios empuja constantemente hacia adelante la curva de la tecnología, incluso contradiciendo la idea popular de "la información como activo de la empresa." Situados por encima de todo el ruido, los directores de informática comprenden que la única forma de controlar productivamente la energía de este proceso de empuje y atracción es poniendo en práctica la integración a nivel de empresa. También saben que los sistemas abiertos son la clave de esa integración.

La realidad indica que sólo pueden alcanzarse unos verdaderos sistemas abiertos cuando los vendedores y los usuarios se ponen de acuerdo sobre lo que son. El vehículo más adecuado para llegar a ese consenso son los estándares, tanto de facto como oficiales. Los estándares son algo así como Los Reyes Magos: si se cree en ellos, son reales. De ahí las prisas de todo un conjunto de organizaciones vendedoras y patrocinados por los usuarios para presentar sus ideas de realidad a un mundo informático escéptico y confuso.

Esta variedad de posibles estándares puede resultar confusa, pero las características básicas de los productos basados en estándares en el mercado de sistemas abiertos que está surgiendo son claras: deben ser portátiles, escalables e interfuncionales, lo cual significa que deben ser compatibles con los entornos multivendedor que dominan el panorama actual. La ruta de migración desde los sistemas propietarios a los sistemas abiertos es peligrosa, al intentar los usuarios mantener sus sistemas actuales mientras se mueven hacia un mundo más abierto. Hay que adoptar decisiones difíciles y superar batallas políticas complicadas. Sin embargo, y a pesar de los riesgos, la única forma segura de perder en este entorno dinámico es no participar.

El contexto comercial actual es mundial y distribuido. Esta atmósfera competitiva demanda una mayor capacidad de respuesta y flexibilidad que nunca hasta ahora. También demanda sistemas abiertos. Para alcanzar el éxito, las compañías deberán poseer la capacidad de dar a los clientes lo que quieren, cuando lo quieren. Esto requiere cambios para todos aquellos que soportan directamente al cliente o a la propia oficina. Además, deberán producirse también cambios en las formas en que las compañías tratan con sus proveedores y sus clientes. Los sistemas abiertos desempeñarán un papel fundamental en hacer posibles estos cambios.

Como los sistemas abiertos implican unos enlaces y conexiones más efectivas entre las plataformas corporativas actuales, la implementación de los mismos produce como resultado una nueva forma de acceso a la información, interfaces de usuario comunes -que ahorran costos de formación de personal- y una nueva filosofía corporativa de apertura. Esta nueva "filosofía abierta" acelera el tiempo de llegada al mercado, confiriendo un mayor poder a los usuarios y clientes. También crea nexos más estrechos con el exterior, ofreciendo nuevas posibilidades para alianzas entre empresas a través de redes.

Más allá de Unix y OSI

Puede definirse a los sistemas abiertos como un conjunto de estándares aplicables a todas las plataformas y vendedores, que permite trabajar juntos a usuarios, grupos de trabajo, departamentos e incluso empresas, conectados en red. En esta definición se pone el énfasis en una capacidad y orientación al usuario tanto multivendedor como multiplataforma, más que en la tecnología.

En consecuencia, un verdadero sistema abierto deberá:

- Proporcionar un conjunto de relaciones estándar

- Ser relevante para todas las plataformas y vendedores

- Permitir trabajar juntos a los grupos conectados en red

- Soportar componentes de múltiples vendedores

- Ser portátil

- Ser escalable

- Ser interfuncional

Según el Yankee Group, los sistemas abiertos, para ser realmente efectivos, deben también estar basados en necesidades y requerimientos comerciales y facilitar la integración en los correspondientes sistemas futuros relacionados con ellos.

La línea divisoria entre sistemas abiertos y propietarios no está claramente definida (Figura 1). La identidad de un sistema abierto dependerá de cuántas plataformas y vendedores importantes soporte, y de en qué medida se acerque a una interfuncionalidad o "interoperabilidad" universal. Con suficiente interfuncionalidad y acceso a aplicaciones procedentes de otros sistemas, un sistema propietario puede convertirse en abierto, y la mayoría de los sistemas propietarios se están moviendo en esta dirección. Sin embargo, simultáneamente, aquellos medios que hacen posibles los sistemas abiertos, como por ejemplo Unix, se están haciendo cada vez más interfuncionales con otros sistemas, de forma que los sistemas propietarios en evolución están participando también en la carrera.

Integración

El mundo de la Tecnología de la Información (TI) está aumentando en complejidad, una complejidad que se multiplica para la mayoría de los usuarios debido a la necesidad de soportar los sistemas actuales al mismo tiempo que añaden proceso cliente/servidor y proceso móvil. Para este año, casi la mitad de los directores de información de las 100 empresas más importantes de Estados Unidos prevén que un 25% de su desarrollo de software será realizado por usuarios. Existirá un enorme poder en el desktop y muchos usuarios para ponerlo en práctica e implementarlo.

Para 1966, sólo los grandes sistemas comerciales de proceso de transacciones on-line (OLTP), como los utilizados en las reservas de líneas aéreas, serán demasiado complicados para existir en un desktop, en un maletín o en un bolsillo.

Actualmente, "El Poder para el Usuario" y "La Información como Activo de la Empresa" son dos puntos de vista diferentes. Los directores de información saben que deberá producirse una reconciliación entre estos dos puntos de vista, a causa de su objetivo estratégico común de integración de la empresa.

En realidad, estos directores afirman que su problema principal es alcanzar la integración a nivel de empresa, y que el obstáculo principal a esa integración es la falta de estándares (Figura 2), y citan al proceso multivendedor y multiplataforma como una de las cosas que consideran más importantes en relación con esa integración (Figura 3). Lo que más desean estos directores dentro de esta categoría es que cualquier persona autorizada pueda acceder a datos y manipularlos desde cualquier parte de la empresa. No importa qué definición se aplique, los estándares tienen claramente una importancia fundamental para las estrategias informáticas de los usuarios.

En realidad, muchos directores de informática consideran a los estándares del sector informático como una base para unir sus sistemas diferentes. Unix es con seguridad el medio más discutido para hacer posibles los sistemas abiertos.

Respecto a las arquitecturas, los directores de informática actuales desean sobre todo flexibilidad, y buscan esquemas que sean rápidamente ajustables para hacer frente a cambios imprevistos.

Estándares para Sistemas Abiertos

La necesidad de nuevos tipos de estándares está promoviendo una diversificación en la forma en que son creados. El mundo claramente definido y formado por un único organismo de estándares nacional y un organismo de estándares internacional de alcance global,

Viñeta publicada el 20 de febrero de 1870 en La Flaca n.º 35 Tendencias

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