Siete años después...

Tacita a tacita o paso a paso, como quieran, pero siete años es lo que ha tardado el sector de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones en volver a brillar. Así, a primera vista parece mucho tiempo, pero si hacemos un esfuerzo y nos situamos en el fatídico año 2000, muy pocos, por no decir casi nadie, daban un duro (un euro ahora) por este sector. Por eso, creo que todos deberíamos congratularnos por haber conseguido lo casi imposible: un sector saneado con un gran potencial de crecimiento y con una aportación cada vez mayor al PIB. También es cierto que se podría llegar a pensar que estamos ante una nueva burbuja, ya que son los valores tecnológicos los que soportan la carrera alcista de la Bolsa a nivel mundial. Pero hay un gran diferencial, el sector TIC ya sabe lo que es sufrir, lo que es estar en lo más alto un día y caer al día siguiente a lo más hondo; pero, además, esta recuperación no es algo coyuntural. Se trata de un proceso largo y muy trabado que ha costado grandes esfuerzos. Tantos que son muchos los que se han quedado por el camino. Por ello, siete años después de que el sector TIC iniciará su época más oscura se abre una nueva etapa de crecimiento para todo el sector, y digo todo porque aquellas empresas que estaban entonces y lo están hoy, son las que en un gran ejercicio de humildad han sido capaces de volver a empezar paso a paso con el convencimiento de que su esfuerzo algún día les sería recompensado. Y ese día parece que ya ha llegado. Por todo ello, quisiera desde aquí felicitar a todo el sector por creer en las TIC, por estar convencido de que la innovación es el eje en el que se sustenta esta nueva sociedad y por ser sus empresas las que pueden hacer posible que ese nuevo escenario sea una realidad.