Selección.
Con la llegada del Windows NT de Microsoft, podría parecer que las posibilidades de elección para el usuario se han complicado aún más. Pero lo cierto es que la proliferación de alternativas ha hecho más sencilla la tarea de selección de un sistema operativo. Unix, OS/2 y Windows NT se han convertido en puntos focales de la integración del desktop a nivel de servidor. Tres sistemas operativos en este espacio pueden parecerle a algunos demasiados, pero yo creo que tres es el número mínimo de alternativas que cualquier área competitiva de cualquier industria debe contemplar.
Mirémoslo de esta forma: el panorama es menos complicado de lo que era hace algunos años, cuando se trataba de unir a los usuarios finales con sistemas propietarios. Un ejemplo típico de instalación IBM podía incluir sistemas MVS, VM, OS/400, DOS/VSE y PC DOS. La creciente simplificación podría no ser inmediatamente aparente, pero lo cierto es que los PCs se están adueñando del entorno desktop, hasta el punto de estar eliminando los sistemas propietarios de fabricantes como Wang, Data General, Digital, etc.
La competencia es un signo de actividad vigorosa; la actividad atrae recursos, algunos de los cuales son destinados a superar las restricciones y barreras a la interoperabilidad. Competición no es lo mismo que confusión, y puede, a largo plazo, convertirse en un antídoto para el caos. Al final, cualquier sistema operativo que sobreviva en el servidor, deberá funcionar como una fuerza de integración, conectable a los sistemas operativos rivales y a los sistemas existentes.
Unix ya es una fuerza integradora en el nivel del servidor, particularmente en el funcionamiento con protocolos de red. Windows NT fue diseñado para trabajar en entornos IBM, y eventualmente trabajará con la mayor parte de LANs de PCs, garantizando todos los puntos fuertes de Unix. Por último, es importante destacar que IBM está empeñada en construir un sistema operativo estable, y mejorará OS/2 hasta que éste adquiera un carácter universal.