Se acelera el desarollo de las smart cities en España
España suele ser un país al que siempre llegan tarde las tendencias e innovaciones que ya están asentadas en otros lugares del globo. Sin embargo, existe un terreno donde nuestro país recorta gran parte de este desfase: las ciudades inteligentes o smart cities.
Así lo demuestra el imparable crecimiento de este tipo de iniciativas y que ha hecho que diez ciudades españolas de más de 150.000 habitantes ya hayan alcanzado un importante nivel de madurez fruto de los esfuerzos realizados en los últimos años y de la consolidación de los proyectos y pilotos emprendidos hasta la fecha en estrategias claras y a largo plazo.
Barcelona, Santander, Madrid, Málaga y Bilbao lideran esta tendencia en nuestro país (afirma un informe de la firma IDC), seguidas muy de cerca y con menores diferencias cada año por Valladolid, Zaragoza, Vitoria, San Sebastián y Pamplona.
Estas diez son las ciudades más avanzadas y que han establecido mejores y más claras políticas en esta materia, pero las restantes ciudades españolas analizadas por la consultora (un total de 44 ciudades) también están dando sus primeros pasos y poniendo en marcha iniciativas aisladas para convertir sus municipios en inteligentes.
REPORTAJE: Pulso a la realidad de las smart cities en España
El informe, elaborado a escala internacional para mejorar la objetividad y eliminar la carga política del estudio. El reto, afirman los autores del estudio, es mejorar la colaboración entre los distintos agentes implicados en el proceso de las smart cities y más concretamente entre las AAPP y la empresa privada. Y es que, en la actualidad, tan sólo un 15,9% de las urbes analizadas tienen establecidos cauces de colaboración directa entre ambos mundos.
“Actualmente, las ciudades se encuentran en la primera fase del modelo de madurez, que se inicia con la implantación de proyectos dispersos, como sistemas de gestión del tráfico, de e-Administración, etc. con carácter parcial y aislado. El segundo nivel sería el integrado, e incluiría, entre otras cosas, un gobierno participativo, edificios y contadores inteligentes. Por último, se alcanzaría el tercer nivel de madurez, el conectado, en el que la información es ubicua, el gobierno inclusivo, habría edificios de nulo consumo que aporten a la red, sistemas de movilidad cero emisiones, redes inteligentes de transporte energético y sistemas de seguridad predictivos y ubicuos”, explica Rafael Achaerandio, director de Análisis de IDC.