Safelayer destina 4 millones de euros a centro de I+D para certificación digital
Seguir trabajando en la investigación de soluciones de seguridad PKI, identificación digital y firma electrónica para disponer de una gama completa de productos de certificación digital es la premisa que ha elevado a la compañía catalana Safelayer hasta su posición actual. El máximo exponente de este logro lo constituye su centro de I+D ubicado en Barcelona, en el que la compañía ha invertido más del 50% de su facturación, es decir, lo que supone superar los cuatro millones de euros en cinco años.
Este reconocimiento internacional viene avalado por la elección de la tecnología de Safelayer por la OTAN para que este organismo disponga de un correo seguro, así como por otros proyectos, especialmente en el sector público. “Sin duda, la Administración Pública es el mayor consumidor de tecnología de certificación digital que, concretamente en España –puntualiza Moure-, está en una situación bastante avanzada con respecto al resto de Europa”.
Moure señala también que el sector bancario está empezando a tener un creciente interés en integrar esta seguridad en sus tarjetas de crédito. En este sentido, Safelayer ha contado recientemente con proyectos en entidades como Banesto, Banco Guipuzcoano y Caja Madrid. En cuanto a la Administración Pública se refiere, la compañía ha participado en el proyecto CATCert, la Agencia Catalana de Certificación, para la provisión de servicios de certificación en todas las organismos públicos catalanes; así como en el desarrollo de una plataforma para el IMI (Instituto Municipal de Informática del Ayuntamiento de Barcelona) con funcionalidades criptográficas de firma y validación mediante herramientas de integración de la firma.
Para Adrián Moure, gran parte del éxito en la consecución de estos proyectos se debe a la constante inversión que Safelayer ha destinado a su centro de I+D de certificación digital ubicado en Barcelona. Para realizar estas instalaciones, en las que trababajan 35 ingenieros, se han destinado más de cuatro millones de euros en cinco años “gracias al apoyo constante de nuestros accionistas –asegura Moure-, que nos han permitido aportar más del 50% de nuestra facturación a este centro, el primero en Europa que realiza I+D en certificación digital y firma electrónica y que dispone de una gama completa de producto”. Este responsable también se ha mostrado satisfecho por los 2,8 millones de euros en términos de facturación logrados en el ejercicio 2003, y la previsión de “crecer entre el 35% o 40% ciento sobre esta cifra –subraya-, de modo que este año confiamos en comenzar a tener beneficios y dar a nuestros accionistas el retorno esperado”.