Revisión pragmática.

La prensa especializada no ha acogido la nueva versión de DOS con unánime entusiasmo. Mundean los argumentos del tipo no es una revisión importante, la gente ya tenía las nuevas utilidades que ofrece, es tiempo de nuevos sistemas operativos radicalmente diferentes... Sin embargo, estoy seguro de que los usuarios van a actuar con mucho más pragmatismo, y que dentro de poco DOS 6.0 estará en casi todos los PCs.

La sexta revisión de DOS presenta como principal virtud la incorporación de unas cuantas funciones que los usuarios encuentran imprescindibles y en los últimos timpos han estado comprando a terceros masivamente. Stacker (Stac Electronics) y QUEMM-386 (Quarterdeck) son dos de esas utilidades, la primera para la compresión automática de ficheros en disco y la segunda para la gestión de la memoria alta, que durante casi dos años han estado han estado apareciendo en las listas de éxitos, tanto en Europa como en Estados Unidos.

Pero esas utilidades (y docenas de otras similares), pese a su buena acogida, no son para todo el mundo. Muchos usuarios son reacios a poner en sus ordenadores complementos del sistema operativo no bendecidos por Microsoft, por miedo a que una deficiente instalación o configuración pueda afectar a sus datos o aplicaciones. Por eso es tan importante que la compresión de disco o la gestión automática de memoria se hayan convertido en parte integrante del DOS.

Microsoft, además, ha sabido hacerlo sencillo. Al acabar de instalar MS-DOS 6.0 el sistema le invita a teclear DBLSPACE. Hágalo y se encontrará al terminar el proceso con que tiene un disco con casi el doble de espacio que antes de empezar. Qué mejor recompensa por el cambio de versión. Y con la gestión de memoria por encima de1 Mb pasa algo parecido. Si bien DOS 5.0 supuso un gran avance con la incorporación de EMM386.EXE, la gestión correcta de sus posibilidades requiere toques precisos en el fichero de configuración y arranque, no siempre al alcance de todos los mortales. En cambio, MEMMAKER examina su sistema, se encarga de trasladar al lugar de la memoria menos problemático todos los drivers y programas residentes, modifica los ficheros de setup de acuerdo al cambio y vuelve a arrancar. Optimización automática, limpieza y liberación al usuario de un tema generalmente pegajoso.

DblSpace y MemMaker son dos ejemplos de este enfoque utilitario. Nada revolucionario, efectivamente, pero seguramente muy productivo para esa gran mayoría de usuarios todavía colgada del DOS.

Viñeta publicada el 20 de febrero de 1870 en La Flaca n.º 35 Tendencias

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