Rehosting; más allá del downsizing. Del mainframe al mini.

¿No está usted aún preparado para el proceso cliente/servidor pero necesita reducir los costos del centro de proceso de datos? Considere la posibilidad de un cambio de host o rehosting. Hace seis años, antes de que el downsizing, el rightsizing y el proceso cliente/servidor se convirtieran en palabras de uso corriente, algunas compañías estaban planteándose abandonar sus mainframes. En aquellos momentos, el miniordenador Application System/400 (AS/400) era simplemente un rumor conocido bajo el nombre-código Silverlake. No obstante, a estas firmas les gustó lo que oyeron sobre él: una máquina grande, similar a un host, y que sólo requería un mínimo nivel de soporte.

Cuando algunas compañías empezaron a opinar que el mantenimiento de sus mainframes era demasiado complicado, especularon con la posibilidad de dividir la potencia de proceso de una sola máquina en varios ordenadores de gama media menos potentes pero más robustos y fáciles de gestionar. Se trataba, aunque los protagonistas de este tipo de migración no lo supieran entonces, de un tipo de downsizing que actualmente se conoce como rehosting, una tendencia que los vendedores de miniordenadores -especialmente IBM y Hewlett-Packard- han adoptado recientemente y han comenzado a promover de forma activa, especialmente al ver invadido cada vez más su terreno por PCs y ordenadores Unix de nivel alto.

Como en el caso del vino antiguo en nuevas botellas, el concepto de rehosting constituye un reposicionamiento de una solución conocida -el miniordenador- con un nuevo papel más acorde con la década de los noventa.

La promesa que ofrece el rehosting es la siguiente: sacando aplicaciones del mainframe a un host más barato y más fácil de soportar, es posible ahorrar cantidades de dinero sin necesidad de reentrenar totalmente al personal, dar entrada a nuevas personas o afrontar los riesgos asociados a un entorno radicalmente diferente, como Unix o las redes PC de área local. No sólo se ahorra dinero (que es la finalidad principal de este tipo de downsizing) y se desechan las gastadas aplicaciones mainframe por aplicaciones de miniordenador nuevas y generalmente integradas, sino que el nuevo host también ayuda a realizar la transición y ajuste a un proceso cliente/servidor basado en redes de PCs. De acuerdo con esta promesa, es posible eventualmente hacer evolucionar el miniordenador host a un gran servidor de ficheros LAN.

Gran parte de esta promesa del rehosting es real. Como los miniordenadores han ascendido en la curva precio/rendimiento más rápidamente que los mainframes, ofrecen actualmente un rendimiento y una capacidad suficientes para la mayor parte de las aplicaciones mainframe, exceptuando algunas de mayor tamaño, a un costo significativamente más bajo.

Además, los vendedores se han esforzado considerablemente por hacer que otras firmas desarrollen las aplicaciones necesarias; entre estas se encuentra especialmente Hewlett-Packard, que ha tenido que ponerse rápidamente al nivel de IBM y Digital.

Para quienes no están totalmente preparados para el gran cambio al proceso cliente/servidor pero necesitan una rápida reducción de costos, esta es probablemente una buena solución.

Según la consultora Technology Investments Strategies, se observan continuamente situaciones de rehosting. Las empresas, en lugar de verse arrastrado al desarrollo cliente/servidor, con los riesgos que supone esta iniciativa, optan por un miniordenador tipo mainframe. Un centro de proceso de datos debería ser capaz de reducir entre un 15 y un 20 por ciento anual el costo de suministrar un determinado nivel de servicio, pero los grandes mainframes no han podido mantenerse al ritmo de ese tipo de reducción.

No es la panacea universal

Sin embargo, el rehosting no es la respuesta a las demandas de todo el mundo. Esta estrategia tiene su lado negativo. En primer lugar, el concepto de rehosting es algo más que simplemente cambiar el mainframe por un ordenador más pequeño. Hay que estar preparado para dejar atrás las aplicaciones mainframe existentes o emprender un difícil esfuerzo de porting que puede no tener éxito en un cien por cien.

Si se opta por nuevas aplicaciones, ello dará lugar naturalmente a alteraciones al entrenar y preparar a los usuarios para la nueva plataforma. El entorno podría ser menos potente de lo que uno está acostumbrado; por ejemplo, la amplia variedad de herramientas de gestión de centro de datos del entorno mainframe no está disponible de manera inmediata en el mundo del miniordenador.

No obstante, el argumento más obvio contra el rehosting es que, mientras que el mundo se mueve hacia los sistemas abiertos, entornos como el AS/400, HP 3000 y DEC VAX son propietarios. Sin embargo, esto no parece preocupar a los usuarios, que mencionan el soporte para estándares como Posix, SQL y TCP/IP (Transmission Control Protocol/Internet Protocol). También hacen notar que las máquinas soportan redes PC LAN, aunque con dificultad en algunos casos, y han atraído un mercado grande y activo de proveedores independientes de productos y servicios, que les mantiene en línea.

Los usuarios de Digital señalan al Open VMS, sugiriendo que es tan abierto como muchas de las plataformas llamadas abiertas.

El proceso cliente/servidor no es para todo el mundo. Al aumentar la cantidad de usuarios que intentan trasladar aplicaciones fuera del mainframe, los procesos de downsizing podrían significar, cada vez más, procesos de rehosting.

Reducir los costos rápidamente

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Una empresa puede reducir a la mitad su presupuesto anual de sistemas de información consolidando centros de datos mainframe y después realizando un rehosting de, por ejemplo, un IBM 4381 a un HP 3000. Sólo el primer año pueden ahorrarse 250.000 dólares (la diferencia entre el costo del sistema operativo MVS de IBM y el MPE de HP) También pueden obtenerse ahorros en hardware, menores costos de software de aplicación y una reducción en el personal operativo necesario para soportar el miniordenador.

El cambio al proceso cliente /servidor

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Cuando una empresa considera la posibilidad de adquirir un sistema de base PC LAN al abandonar una máquina del tipo IBM, debe tenerse en cuenta que en muchas ocasiones, lo único que supone esta migración es cambiar expertos mainframe por un conjunto de expertos en redes de ordenadores personales. Esto no ayuda a alcanzar el principal objetivo que se esconde detrás de todo proceso de rehosting o downsizing; ahorrar dinero. Un miniordenador es, en algunos casos, la mejor opción, porque no requiere experiencia ni conocimientos adicionales.

Planes de compra

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Al preguntárseles sobre sus planes, un 18 por ciento de los compradores de miniordenadores aseguran que no cambiarán la forma en que utilizan el miniordenador. Aproximadamente el mismo número afirma que irán convirtiendo el miniordenador a una red LAN o que lo desecharán en favor de una red LAN

Hay ciertos argumentos que vienen a la mente cuando surge la

cuestión del rehosting. El gran debate

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PUNTO:

Se corre el riesgo de verse abandonado en una plataforma que es un callejón sin salida, y que resulta difícil abandonar. Cada uno de los principales vendedores de miniordenadores tiene una línea de productos Unix activa.

CONTRAPUNTO:

Los usuarios consideran que este es un escenario remoto. En el escenario menos optimista, mencionan el potente mercado de firmas independientes, que estaría más dispuesto a llenar un hueco hasta que pudiera establecerse una ruta de migración.

PUNTO:

Los minis siguen costando más que sus equivalentes Unix. Aunque los vendedores han

Viñeta publicada el 20 de febrero de 1870 en La Flaca n.º 35 Tendencias

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