Rastrear en los recuerdos

El Mundo 28-4-94

No consigue acordarse de lo que se habló en la reunión de la semana pasada y sólamente tiene 30 años. Cuando de verdad sea viejo y se le olvide todo, quizás la tecnología pueda solucionar esta pérdida de memoria.

La capacidad de recordar un suceso disminuye de forma exponencial, el 85% de sus experiencias -transcurrido un mes- quedarán fuera del alcance de su memoria a no ser que recurra a mñetodos artificiales, como un diario personal o una fotografía. Si pensamos que nuestra memoria constituye la esencia de nuestra identidad, la velocidad con la que la perdemos es alarmante.

Pero, ¿qué ocurriría si contáramos con un aparato que pudiese grabar cada acto de nuestra existencia de manera que tuviéramos un rápido acceso a todo lo que nos ha sucedido?.

Es casi seguro que los ordenadores y las cámaras de vídeo serán en los próximos diez años cada vez má asequibles, entonces, ¿por qué no fabricar un aparato electrónico que grabe cada una de nuestros actos cotidianos para poder recordarlos con exactitud?.

En el laboratorio EuroParc de Rank Xerox, un equipo de 30 científicos especialistas en informática, psicología y sociología, trabaja en un proyecto para conseguir una prótesis para la memoria. Incluso en sus primeras fases de desarrollo, la tecnología de Rank Xerox resulta impresionate. Pero es aún más inquietante porque nos permite observar el mundo del futuro: un mundo en el que las computadoras serán penetrantes, invasoras, estarán omnipresentes, incluso en la intimidad.

Viviremos dentro de un útero electrónico, rodeados por ordenadores que serán una extensión de nuestra mente.

Mik Lamming, uno de los principales investigadores del centro, habla del inmenso mercado que podría existir para estos ordenadores que se llevan como una prenda de ropa y que aumentan la capacidad de la memoria humana. La experiencia nos demuestra que nuestros recuerdos provienen de un archivo inexacto de lo que hemos vivido.

Solemos olvidar todo lo que nos pasa, y lo que recordamos es más bien una reconstrucción a grandes rasgos de lo sucedido, basada en unos cuantos hechos concretos, comenta Lamming.

Viñeta publicada el 20 de febrero de 1870 en La Flaca n.º 35 Tendencias

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