¿Quién es el culpable de la pérdida de datos?
El error humano se esconde detrás de muchos de los casos de pérdidas de datos. Así lo considera el 40 por ciento de los usuarios, tanto del sector empresarial, como del público, particular y del canal de distribución,en un estudio de Kroll Ontrack.
Kroll Ontrack ha realizado una encuesta sobre las causas de la pérdida de datos que constata el desfase entre lo que perciben los usuarios y lo que ocurre en realidad.
Así, mientras que los errores de hardware y de software todavía se consideran importantes como causa de estas pérdidas, los resultados señalan cómo los encuestados perciben la complejidad asociada a la implementación y mantenimiento de la tecnología de almacenamiento de hoy día.
Para obtener estos resultados, Kroll Ontrack realizó más de 2000 entrevistas en 17 países preguntando cuál era la causa de la pérdida de datos más reciente que hubieran sufrido y el 40 por ciento de los entrevistados consideraron que el error humano era la causa principal. Eso sí, sólo el 27 por ciento manifestó que podía atribuir una pérdida de datos reciente a errores humanos. El 29 por ciento indicó que la causa de la pérdida de datos más reciente que habían sufrido se debía a problemas de hardware o del sistema.
Es curioso cómo la pérdida de datos atribuida a virus informáticos y a desastres naturales sigue siendo bastante baja. En la encuesta de 2010, los virus informáticos suponen menos del 7 por ciento de las pérdidas de datos recientes. Los desastres naturales sólo son responsables del 3 por ciento de los incidentes en 2010.
“Mientras la tecnología y la aptitud tecnológica continúan mejorando año tras año, la realidad es que los fallos de hardware, así como los errores humanos continúan siendo factores que se deben tener en cuenta", ha asegurado Nicholas Green, director de Kroll Ontrack España, aunque también aclara que “ningún factor se puede eliminar totalmente, con lo que la pérdida de datos es siempre una posibilidad real. Por ello, no es cuestión de si se producirá una pérdida de datos o no, sino más bien de cuándo se producirá. Así que ni los usuarios empresariales ni los usuarios particulares pueden fiarlo todo a la suerte. Muy al contrario: deben aplicar medidas de prevención para garantizar que quienes manejen sistemas de almacenamiento dispongan de la formación adecuada, de la redundancia funcional exigible y de un plan de continuidad que esté actualizado y sea accesible si se produce una pérdida de datos”.
Pero si un dato sorprende de esta encuesta es que, aunque más del 90 por ciento de los entrevistados había perdido información, el 18 por ciento “no sabía” cómo se había producido la pérdida.