Proveedores oportunistas

Los inteligentes, e incluso también los listos, saben extraer provechosas conclusiones tanto de los aciertos como de los fallos. La SEIS (Sociedad Española de Informática de la Salud), con esta filosofía -aunque su trayectoria esté jalonada con sucesivos aciertos- no oculta errores, como los siguientes, por ejemplo: “No hemos sido capaces de evaluar ni medir los resultados reales que la implantación de proyectos TIC han producido”; “No hemos provocado los cambios en los procesos que se podían y debían realizar para obtener los resultados adecuados”. Lo cual potencia su credibilidad y permite- coincidiendo con su último congreso de Inforsalud- firmar un convenio de colaboración con la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria, que integra a más de 20.000 médicos, con el fin se aunar esfuerzos por la innovación en salud. Esta realidad tangible del reconocimiento al rigor y seriedad con que actúa la SEIS, también es conocida por proveedores de nuestro sector que, sin embargo, toman posturas diferentes con la sociedad. Unos, colaboran con ella en todos los sentidos -incluyendo las aportaciones económicas- y juntos contrastan y debaten problemáticas profesionales para poner en marcha las mejores prácticas; otros, ejercen de descarados oportunistas y tratan de succionar ventajas que pueden conseguirse a través de los eventos -variados, por cierto- que organiza la sociedad, sin aportar un solo euro. Esta práctica de caradurismo les lleva a utilizar las triquiñuelas necesarias para poder estar presentes en algunos de los eventos de la SEIS en los que, por lo que respecta a los proveedores, sólo pueden estar presentes, estrictamente, aquellos que colaboran habitualmente con la sociedad. Y los furtivos, se cuelan, para hacer proselitismo entre los profesionales de la salud. Listillos, por no decir otra cosa.