Proposiciones heterodoxas

Se acentúa peligrosamente la necesidad de facturar –para quienes sienten la angustia de conseguirlo– por parte de las compañías proveedoras de nuestro sector, y resulta obligado exprimir el cerebro al máximo en búsqueda de fórmulas que ayuden a vender. Cada proveedor, en esta línea, se monta la vida como puede ya que todo contrato, por pequeño que sea, en la actual situación siempre es bienvenido. Una de las opciones que suelen utilizar proveedores decididos y con visión del negocio y de las artes competitivas –porque tienen las ideas claras de lo que supone saber invertir para tener posibilidades de generar negocio– es apoyarse en empresas que les organizan eventos destinados a lanzar oportunos y, supuestamente, convincentes mensajes a la vez que les faculta la oportunidad de intercambiar opiniones con los potenciales clientes asistentes al acto. Cualquier ocasión de darse a conocer más y mejor siempre es rentable. Lo que ya resultaría heterodoxo, por pretender jugar con ventaja, es que el proveedor de tecnología propusiera a una sociedad –del tipo, por ejemplo, de la Sociedad Española de Informática de la Salud (SEIS), por los alicientes que reúne para los proveedores– que se encargase de la organización de un gran evento con las siguientes condiciones básicas: la sociedad ofrecería al proveedor el listado de sus socios para que éste seleccionara el número y condición de los que deberían ser invitados; ningún otro proveedor podría estar presente en la reunión. Mediante el pago, por supuesto, de la cantidad acordada por la colaboración y el servicio. ¿Y la asepsia obligada para cualquier sociedad que es la base de su continuidad y credibilidad? Las sociedades serias no se prestan a chanchullos.