Potenciando las TIC en la Administración
El Secretario de Estado de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información del Ministerio de Ciencia y Tecnología, Baudilio Tomé, ha dicho: “Si las nuevas tecnologías están transformando la empresa, la Administración Pública, como prestataria de servicios a los ciudadanos, tiene que hacer uso de esas tecnologías”. Y también ha hablado del compromiso del Gobierno con la Sociedad de la Información y de las estrategias en materia TIC que ocupan el ejecutivo. Bien está la divulgación de inquietudes y deseos que el Gobierno parece tener en el campo de las TIC, pero serían más elocuentes y creíbles sus manifestaciones si, primero, tomara las transcendentes medidas organizativas que debería haber iniciado ya para potenciar internamente la eficacia de las TIC.
El rosario de importantes decisiones debería comenzar por la creación de Direcciones Generales TIC en los Departamentos donde clamorosamente se evidencia que son imprescindibles para lograr, entre otros fines, la posible y fácil interlocución con el resto de altos cargos. Asimismo, parece que entre los especialistas TIC de la Administración General del Estado se consideraría muy positiva la creación de una especie de Agencia de carácter supraministerial, o al menos interministerial, con derechos-responsabilidades como las siguientes: Elaboración y ejecución de planes estratégicos y planes directores, entre otros; definición de un Plan de Calidad de la contratación administrativa en materias relacionadas con las TIC, abarcando tanto la adquisición de equipos como la de servicios; realización de seguimientos e inspecciones de los proyectos puestos en marcha por los diferentes Departamentos/Organismos, teniendo la Agencia potestad para penalizar si se aprecia detección de posibles corrupciones, o incumplimientos; obligar a los centros a la implantación de los servicios de interconexión e interoperabilidad entre Departamentos/Organismos que faciliten la consecución de los objetivos definidos en los diferentes Planes Estratégicos; desarrollar y explotar todas las aplicaciones horizontales que en la actualidad pudieran estar distribuidas por diferentes organismos -como ejemplos, la nómina, gestión de personal, gestión de contratación, Intranet Administrativa, o Red Interministerial-. No sería misión de la Agencia inmiscuirse o planificar el trabajo en materias TIC del resto de Departamentos/Organismos; para llevar a cabo sus competencias la Agencia podría gestionar un porcentaje del presupuesto informático de cada Departamento.
Son solo algunas pinceladas -entre la variada gama que los especialistas TIC podrían plantear- que el Gobierno debería analizar, porque todas las partes saldrían favorecidas, incluidos los suministradores de nuestro sector. Sin duda alguna.
El rosario de importantes decisiones debería comenzar por la creación de Direcciones Generales TIC en los Departamentos donde clamorosamente se evidencia que son imprescindibles para lograr, entre otros fines, la posible y fácil interlocución con el resto de altos cargos. Asimismo, parece que entre los especialistas TIC de la Administración General del Estado se consideraría muy positiva la creación de una especie de Agencia de carácter supraministerial, o al menos interministerial, con derechos-responsabilidades como las siguientes: Elaboración y ejecución de planes estratégicos y planes directores, entre otros; definición de un Plan de Calidad de la contratación administrativa en materias relacionadas con las TIC, abarcando tanto la adquisición de equipos como la de servicios; realización de seguimientos e inspecciones de los proyectos puestos en marcha por los diferentes Departamentos/Organismos, teniendo la Agencia potestad para penalizar si se aprecia detección de posibles corrupciones, o incumplimientos; obligar a los centros a la implantación de los servicios de interconexión e interoperabilidad entre Departamentos/Organismos que faciliten la consecución de los objetivos definidos en los diferentes Planes Estratégicos; desarrollar y explotar todas las aplicaciones horizontales que en la actualidad pudieran estar distribuidas por diferentes organismos -como ejemplos, la nómina, gestión de personal, gestión de contratación, Intranet Administrativa, o Red Interministerial-. No sería misión de la Agencia inmiscuirse o planificar el trabajo en materias TIC del resto de Departamentos/Organismos; para llevar a cabo sus competencias la Agencia podría gestionar un porcentaje del presupuesto informático de cada Departamento.
Son solo algunas pinceladas -entre la variada gama que los especialistas TIC podrían plantear- que el Gobierno debería analizar, porque todas las partes saldrían favorecidas, incluidos los suministradores de nuestro sector. Sin duda alguna.
