¿Por qué las estaciones de trabajo siguen siendo la mejor apuesta?
Antaño, rondaba el año 1987, las fronteras estaban claras. Las estaciones de trabajo eran utilizadas por los ingenieros para diseñar y desarrollar productos que hacían uso de un prácticamente desconocido sistema operatvo, Unix. Como casi todo el mundo, los millones de empleados de oficina, con o sin cargo, disponían de PCs como terminales desde los que acceder a sus sistemas de grandes ordenadores.
Ocurrió entonces que los precios de las estaciones de trabajo se redujeron drásticamente, a la vez que la potencia informática de los PCs ascendía de forma espectacular, desdibujando las líneas de demarcación entre ambos. Por tanto, en teoría, sería lógico que las compañías actuales atendieran a sus necesidades añadiendo a sus PCs tecnología de workstations (integración en redes, más memoria, CPUs más rápidas...). Sin embargo, la realidad es que las estaciones de trabajo están ganando una cantidad de adeptos entre las empresas, similar a la de los PCs.
Las workstations combinan la potencia masiva de grandes ordenadores con el rendimiento de los ordenadores personales, con sus funcionalidades de proceso de más alto rendimiento, su capacidad transparente para compartir información y sus gráficos de calidad superior, las estaciones de trabajo unifican la informática de negocios.
Históricamente, los ordenadores se dividían entre sistemas que procesan y analizan información y aquellos que muestran los datos. Las estaciones de trabajo, conectadas a ambos entornos, permiten a las compañías obtener información casi en tiempo real, algo que es vital para reducir el tiempo del ciclo y seguir siendo competitivas.
No hay duda de que los ordenadores personales han recorrido un largo camino para emular a las estaciones de trabajo. Pero esto conlleva un coste: al añadir la integración en red, los sistemas operativos multitarea y otras mejoras del rendimiento que ya están integradas en las estaciones de trabajo, el precio de los PCs de gama alta puede incrementarse hasta rondar los 5.000 o 6.000 dólares. Las estaciones de trabajo de nivel básico de Sun, con todas estas funcionalidades incorporadas tienen un precio inicial de 4.295 dólares. La auténtica multitarea en los PCs está todavía en fase inicial, si se compara con las estaciones de trabajo.
Los usuarios de PCs pueden optar por entornos como OS/2, o bien esperar a Windows NT. Mientras, sistemas operativos como Solaris aportan ya multitarea, multiproceso e integración en red durante los últimos diez años.
Antes, las compañías se resistían a renunciar a la comodidad de un sistema conocido, dando por hecho que Unix era muy difícil de utilizar con aplicaciones que no era fácil encontrar. Todo esto ha cambiado. Solaris, por ejemplo, es una implamentación Unix (SVr4) que cuenta con un interface gráfico de usuario intuitivo y programas conocidos como dBASE, 1-2-3, WordPerfect (se añadirán aplicaciones comerciales) son sólo una muestra de las 9.000 aplicaciones ejecutables.
No es en absoluto probable que los ordenadores personales y grandes sistemas desaparezcan a corto plazo; pero las empresas que miran hacia el siglo XXI (cuando el tiempo y la productividad serán, más que nunca, sinónimo de beneficio) integrarán estaciones de trabajo.