Política tecnológica
El tema de las Telecomunicaciones, tan candente desde los frentes económico, tecnológico y social, incorpora en estos momentos un ingrediente más: las próximas Elecciones Generales. En este mismo número se incluye un profundo análisis de las diferentes propuestas de política tecnológica presentadas por los principales partidos políticos. Al hilo de estas propuestas programáticas, la proximidad de las Elecciones Generales obliga a plantearse cómo influirá su resultado en el sector. ¿Hay algo previsto? ¿Qué se está haciendo desde la Administración -de manera corporativa y coordinada- en el contexto de los Servicios de Telecomunicación? Estos son ampliamente referenciados en nuestro entorno comunitario en un documento de obligada referencia, Europa y la sociedad de la información. Recomendaciones al Consejo Europeo, más conocido como Informe Bangemann donde se afirma: "Las telecomunicaciones asegurarán el acceso a la información y su intercambio; las telecomunicaciones contribuirán al soporte de la democracia; las telecomunicaciones contribuirán al desarrollo personal de los ciudadanos; las telecomunicaciones abrirán el sector público haciendo más transparente las actuaciones de las Administraciones Públicas y facilitando más y mejores servicios; las telecomunicaciones serán la base para que las empresas alcancen los niveles de competitividad requerido en nuestro entorno comunitario".
En este sentido, y más concretamente ciñéndonos a la Administración española, la Asociación Profesional de Funcionarios del Cuerpo Superior de Sistemas y Tecnologías de la Información de la Administración del Estado (ASTIC) editó recientemente un bien documentado estudio bajo el título Panorámica del Sector de las Telecomunicaciones en España 1996, que identifica de manera clara y concisa el papel de las telecomunicaciones en el sector público, proponiendo acciones concretas en cuanto a la mejora de la eficiencia interna y la reingeniería organizativa, mejora de los servicios públicos a los ciudadanos, así como medio facilitador de la acción política de los poderes públicos. Pues bien, la única respuesta a este importante papel de las telecomunicaciones en la Administración la encontramos en las actividades desarrolladas por una reciente Comisión Especializada, creada en el seno del Consejo Superior de Informática. Se trata del Grupo de usuarios de Telecomunicaciones en la Administración (GTA) donde, a pesar de la precariedad de los recursos disponibles, se acometen proyectos estratégicos de la envergadura de la "Implantación de un Sistema de Tratamiento de Mensajes como Soporte a la Organización" (ISTMO), que cuenta con más de 12.000 buzones electrónicos haciendo mensajería interpersonal basada en la norma X.400, o la reciente creación del Hipercentro de Información Administrativa (http://www.map.es), que servirá de entrada maestra de navegación en Internet a los diferentes servidores que implanten los diversos Centros Directivos. Este escenario de actuación es obviamente insuficiente para acometer las actividades de implantación de los servicios de telecomunicación en la Administración.
Sería deseable encarar positivamente el futuro, aprovechando la coyuntura de las próximas Elecciones Generales -que muy probablemente traigan cambios de dirigentes, independientemente del resultado- y programar con realismo para que, desde una única Unidad Administrativa, se aborden de manera coordinada las actuaciones necesarias en áreas como: contratación pública; estrategias globales; funcionariado estimulado; servicios centralizados de telecomunicación; regulación de las telecomunicaciones; órgano de arbitraje; industria nacional; cooperación con Iberoamérica; representación en los foros internacionales; etcétera.
Ahora que alguna de las opciones de poder propugna firmemente la Administración única, nos gustaría conocer si se ha pensado en la imposibilidad de llevarla a cabo sin una plataforma tecnológica importante, con la asignación de los recursos presupuestarios y humanos necesarios.
¿Tendrán nuestros próximos dirigentes, sensibilidad y voluntad suficiente como para tomarse muy en serio la importancia de las Tecnologías de la Información y las Telecomunicaciones en la Administración?