Para el banco Santander, la tecnología es core business y no se puede externalizar al 100%
La banca española ha mostrado ser una de las más eficientes a nivel internacional y la explicación a esta eficiencia reside en el modelo tecnológico y de operaciones. En este sentido, el Santander se ha convertido en un referente en este ámbito y prueba de ello es que se ha convertido en el banco global número uno en ratio de eficiencia en el mundo.
Según José María Fuster, director tecnológico y de operaciones del Banco Santander, la clave reside en un modelo propio de tecnología y operaciones que se basa en cuatro pilares “fáciles de entender pero difíciles de aplicar”: una fuerte disciplina en la gestión de costes, basada en un ataque a la naturaleza de gastos de forma horizontal y con una metodología sistemática; una gestión integral de la eficiencia desde el punto de vista de las operaciones; una gestión de los medios del grupo que se implante a nivel global; y un modelo de factorías globales.
Precisamente es en este último pilar, donde el modelo de tecnología y operaciones adquiere una trascendencia que será clave para la obtención de esa eficiencia. De acuerdo con José María Fuster, “para un banco normal la externalización está vista como algo positivo, sin embargo, esta ventaja se puede convertir en un inconveniente en un banco global. De hecho, para el Santander la tecnología es core business y no se puede externalizar al 100%”.
El Grupo Santander externaliza el 100% del desarrollo y la producción informática a nivel de banco, sin embargo, hay un conjunto de funciones que se gestionan a nivel de grupo por medio de factorías globales. De esta manera, el core business queda salvado por el grupo simplificando la función de gobierno, aportando valor a los bancos a nivel local, obteniendo sinergias por economías de escala y trasladando las buenas prácticas del grupo de un sitio a otro por medio de estas factorías globales.