Orientación a objetos: otro pulso al usuario

Los usuarios observan como está penetrando otra moda, orientación a objetos, con el mismo desparpajo que las anteriores. Nuestro sector se caracteriza por el encadenamiento -podría decirse que sin solución de continuidad- de novedades de productos, de conceptos y de soluciones magistrales. Los avances tecnológicos se suceden tan rápidamente que descolocan hasta a los profesionales del sector que pretenden mantenerse en la órbita progresista. Este desenfrenado ritmo de presentaciones punteras complica su seguimiento y conturba la tranquilidad del usuario. Bastante tienen los directores de Sistemas de Información con intentar optimizar su rendimiento, como para que alguien sorprenda su actividad diaria ofreciéndole el último impacto del sector. Temen a las corrientes novedosas porque, si las toman en consideración y las adoptan con prontitud, corren el riesgo de pagar el tributo de una decisión inmadura y, si dejan pasar unos años como medida precautoria para contemplar resultados en cabeza ajena y obrar en consecuencia, alguien les podría tildar de excesivamente conservadores, o de trasnochados y despistados alejados de la realidad. Las modas dejan estas secuelas.

Con la moda de la orientación a objetos, hemos comprobado cierto grado de desconocimiento entre responsables de los Sistemas de Información, que genera temor a parecer distantes de las fórmulas vanguardistas, cuando participe en reuniones donde surjan comentarios sobre el tema. Harían bien las empresas que con justificado entusiasmo -porque han profundizado en ello- defienden la tecnología de orientación y objetos, en poner en marcha un plan de acercamiento al usuario para, en un plano intimista, explicarle las líneas maestras del mensaje y demostrarle las ventajas, en dinero y tiempo, que puede proporcionarle. Pero estos contactos tiene que estar presididos por la mutua confianza, como condición indispensable para estimar, aproximadamente, los requerimientos del usuario, el coste, y el valor añadido del cambio.

Cualquier profesional se revuelve contra el sometimiento al reciclaje permanente, aunque se haga invocando razones de supervivencia en el terreno de la competencia. Pero si los estímulos a la actualización de prácticas o conocimientos se refieren a los trabajos que sistemáticamente se realizan en el área de los Sistemas de Información con la conformidad del usuario, el rechazo, de momento, suele ser mayor por el conjunto de variables que entran en juego, y a las que conviene prestar rigurosa atención: inversión, recursos humanos, formación y rentabilidad.

Aseguran que la tecnología orientada a objetos es tan determinante que no admite términos medios. Quien la adopte podrá competir, mientras que aquellos que traten de ignorarla no sobrevivirán. En este dilema maximalista, no hace falta recurrir a la bola de cristal para intuir que, en infraestructuras cliente/servidor, con Sistemas de Información más complejos, es inevitable recurrir a la tecnología orientada a objetos. Los estudios que conocemos sobre la programación orientada a objetos (OOP) ensalzan ventajas como la reutilización de componentes, rápidos tiempos de entrega, altos porcentajes de éxito para nuevas aplicaciones y programas flexibles. Y, en una encuesta realizada recientemente por COMPUTERWORLD entre usuarios, se obtuvieron respuestas como las siguientes: un 73% de los consultados había comprobado que sólo la mitad de su código OOP era reutilizable en más de una aplicación; un 54% consideró muy importante, o algo importante, integrar los sistemas existentes, con sus aplicaciones desarrolladas mediante métodos OOP; y un 95% consideró muy importante, o algo importante, la formación en lenguajes y conceptos de orientación a objetos.

Los usuarios que padecen, de verdad, la obsolescencia de equipos o procedimientos, formarán la avanzadilla en el uso de métodos OOP. Ente ellos lógicamente, tendrán que estar las empresas especializadas en la prestación de servicios informáticos, minimizando los tiempos de desarrollo con la experiencia acumulada de maximizar la reutilización del código y mostrando su habilidad en la combinación de bibliotecas de clases procedentes de fuentes diversas. Para empezar es suficiente, ya que, en el momento que cuenten con varios usuarios que hayan dado el transcendental paso hacia la orientación a objetos, esta referencia ayudará a convencer a otros, convirtiendo la expansión en una rutina.

Viñeta publicada el 20 de febrero de 1870 en La Flaca n.º 35 Tendencias

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