Orange medirá el impacto medioambiental de sus teléfonos móviles
El operador Orange tasará el impacto ambiental de la línea fija y teléfonos móviles que vende, según anunciaron fuentes de la compañía el pasado viernes.
La empresa publicará eco-clasificaciones para alrededor de 30 productos en su sitio Web francés a mediados de octubre, y ampliará las clasificaciones a toda su oferta de productos el próximo año. Orange es la marca usada por France Télécom SA para su negocio de telefonía móvil y acceso a Internet en Francia, Reino Unido y otros países europeos. Las clasificaciones afectan, en un primer momento, a las tiendas y redes que tiene desplegada en Francia, y están basadas en cinco indicadores, compilados por la empresa BIO SAS:
• Evaluación de CO2, una medida de las emisiones de gas invernadero causadas por la fabricación y el uso del teléfono.
• La eficiencia energética, una medida del consumo de electricidad del teléfono y de cualquier funcionalidad que permita reducir su consumo.
• La conservación de los recursos, una amplia clasificación sobre si los materiales con que solían hacer el producto no son renovables o si, como el oro y el tántalo usadoS en conexiones eléctricas y condensadores, provienen de lo que Orange denomina como "ambientes sensibles económicos o sociales".
• La limitación de sustancias peligrosas, una medida para saber si el teléfono evita el empleo de sustancias químicas tóxicas aunque el más peligroso de estos ya esté prohibido por la Unión Europea.
• La disminución de residuos, una clasificación de si el dispositivo puede ser reparado o si por el contrario puede ser reciclado
El programa de Orange, desarrollado en colaboración con el grupo ambiental del Fondo Mundial de Flora y Fauna, podría servir de pretexto para que el gobierno francés reflexionase sobre las últimas medidas tomadas en materia medioambiental. Después del éxito de un eco-impuesto para castigar a los compradores de vehículos contaminantes y premiar a los compradores de vehículos con bajas emisiones de CO2, el gobierno, que había hablado de extender estas medidas a otros productos, ha aplazado estos proyectos, alegando que no existen criterios ambientales claros para otros productos que no sean los coches.