Objetivo: mayor calidad a menor precio

Centro de Telecomunicaciones de la Generalitat de Catalunya

Con los últimos cambios legislativos, el Centro de Telecomunicaciones de la Generalitat de Catalunya (CT) podría abrir sus redes al mercado. Este organismo fue creado en 1993 para construir y gestionar las redes de telecomunicaciones que prestan servicio a la institución catalana y sus entes asociados. Con un objetivo claro: "Ofrecer los mejores servicios al menor coste", según explica Joan Brossa, director general del centro. Actualmente está traspasando a circuitos propios parte de los servicios proporcionados por Telefónica. Todo para que en el 2000 su negocio alcance los 10.000 millones de pesetas.

El Centro de Telecomunicaciones es el operador de la red corporativa de la Generalitat de Catalunya. Comienza a operar en enero de 1995 con las redes traspasadas (televisión, radio y algunas redes de radio móvil) y con una plantilla de 81 personas, la mayor parte proveniente de los departamentos de redes de TV de Catalunya y Catalunya Ràdio. "¿Qué se ha hecho desde entonces? Básicamente, ir abriendo líneas de productos y crecer en cifra de negocio", afirma Joan Brossa. En 1995 se ocupa de la difusión de radio y televisión de la CCRTV por toda la Comunidad Autónoma, "demostrando que, al menos, se hacía igual que antes", añade.

Servicios de voz y datos

Es fundamental también la entrada del Centro de Telecomunicaciones en la prestación de servicios de voz y datos a los diversos entes asociados de la Generalitat. Conocida como Xarxa Quatre, permitirá que un cliente disponga de idénticas facilidades y prestaciones que si trabajara con una red privada. El primer paso ha sido atender las redes interiores de 40 edificios y sociedades próximas con nuevas centralitas PABX y sistemas de telefonía. "Es un producto que funciona muy bien". De momento se han instalado equipos de Alcatel y Siemens, y se está considerando introducir uno o dos proveedores más, aunque disponer de más marcas "puede generar problemas tanto en los stocks de piezas de recambio, como en la formación o en la gestión de redes". Además de aprovechar el cableado antiguo cuando es de buena calidad, en las redes interiores se ha instalado cableado estructurado.

Por otra parte, están en pleno desarrollo los servicios de transporte de voz y datos utilizando la red operativa actual de enlaces de microondas, con 300 puntos en toda Catalunya, dedicados actualmente a radio. Está red de microondas está estructurada en tres niveles: 155 Mbps, 34 Mbps y 8 Mbps. Parte del negocio de voz y datos utiliza las microondas: las universidades de Tarragona y Girona están conectadas al CESCA (Centro de Supercomputación de Catalunya) a 2 Mbps para Internet.

"Pero para competir con Telefónica en telefonía, es necesario el cable; la red de microondas no es lo más adecuado", explica Joan Brossa. Por este motivo, el CT ya dispone de una línea de fibra óptica Barcelona-Tarragona (todavía sin tráfico), está cableando Barcelona a través del metro y los ferrocarriles de la Generalitat -70 kilómetros- y está negociando con las compañías eléctricas (Fecsa es copropietaria de la línea de 24 fibras con Tarragona) para crear las líneas Barcelona-Lleida y Barcelona-Girona. El cableado de la capital catalana (de momento, nada que ver con el instalado por Cable i Televisió de Catalunya) se convierte, así, en la condición imprescindible para que entren en funcionamiento.

Sustituir a Telefónica

"Intentaremos que sea una realidad la red privada para el tráfico de voz y datos de la Generalitat, de forma que, poco a poco, pase por circuitos propios". Esto significa ir sustituyendo las redes de Telefónica, aunque se prevé que en los próximos cinco años no afecte a más del 30% del tráfico y serán siempre el tráfico más rentable". En 1995, a través de un contrato con Telefónica y Airtel, el Centro de Telecomunicaciones comenzó a desarrollar actividades de mayorista, traspasando contratos, para la reventa a su mercado natural de telefonía de voz y datos: 2.500 millones de pesetas de los 5.500 que se facturarán en el 97. ¿Ventajas? "Hay muchas; al ser mayorista, obtenemos descuentos, gran parte de los cuales revertimos a los clientes". En el proceso de traspaso de contratos al CT se consigue "limpiar" la red de telefonía y datos y racionalizarla, inventariando informáticamente el parque de terminales. Posteriormente se entrará en una fase de rediseño. Porque, en el fondo, la filosofía del centro es sencilla: "Siempre el mejor servicio por el menor precio"; es la frase favorita del director general. Cuando las fibras ópticas entren en servicio, parte de la cifra de negocio pasará por medios propios, "algo que Telefónica ya sabe", añade. Paralelamente, los responsables del centro están descubriendo un nuevo factor: "El consumo crece mucho; por ello, probablemente a pesar de que racionalicemos y rebajemos precios unitarios, estamos seguros de que la cifra final subirá, incluido el negocio de Telefónica".

Sobre otras posibles aplicaciones, Brossa reincide en considerar al CT como un "pequeño operador de redes. Cuando ofrezcamos servicios de banda ancha seguramente entrarán contenidos multimedia: las aplicaciones intranet y las que transporten voz e imágenes (estáticas durante un largo período)".

Mercado restringido. por ahora

"Con la estructura actual, de momento nuestro mercado natural es la Generalitat, como núcleo principal, las sociedades y entes vinculados directamente (como Televisió de Catalunya, Catalunya Radio, etc.) y entidades menos controladas como el Copca (50%) o las universidades". A pesar de ello, asegura que ninguna de estas entidades está obligada a contratar los servicios al CT, "pero es lo más habitual". Actualmente, ese mercado de telecomunicaciones (incluida la televisión y radio catalanas) está evaluado en unos 15.000 millones de pesetas anuales y para el ejercicio 1997 prevé facturar 5.500 millones: "Como estamos en el 35%, sin cambiar la estructura tenemos mucho camino para crecer", asegura. El resto del mercado está en manos, básicamente, de Telefónica. Brossa considera en el año 2000 tendrá la mitad de cuota de un mercado que se supone de 20.000 millones de pesetas. "Es un mercado favorable al CT", asume con satisfacción. Porque la evolución del CT ha sido espectacular: de los 1.500 millones de pesetas 95 se ha pasado a los 2.350 millones en el 96.

Fuera de lo que son los productos tradicionales, el CT también está desarrollando el Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH). Basada en radiofonía, sirve para medir las lluvias, los niveles y caudales de los ríos y pantanos (abrir o no compuertas) e incluso la calidad del agua en 150 puntos del sistema hidráulico del Pirineo Oriental. "Ya ha rendido algunos servicios cuando se produjeron las fuertes lluvias del otoño pasado". Y, entre otras iniciativas, ha iniciado la experimentación de radio digital y pruebas de televisión digital terrestre (DVB).

Con la liberalización del sector de las telecomunicaciones en España, Brossa considera dentro de lo posible que el CT "cumpla algún papel en el mercado exterior, aunque no está planteado ahora en el plan estratégico". De momento, pues, sus objetivos se centran en conseguir "que Catalunya tenga los mejores servicios [de comunicaciones] al mejor precio. Implica competencia, aunque esa no es la finalidad del CT".

Las posibilidades del negocio de CT son enormes, especialmente en lo que atañe "a liberalizar infraestructuras, un tema que aquí ni se habla", señala el director general del Centro de Telecomunicaciones de la Generalitat de Catalunya. En estos momentos está realizando pruebas piloto de ayuda en el transporte a un operador de móviles, pero también está vendiendo lo que denomina "housing", actividad con una pequeña facturación hoy día: "Si Telefónica, por ejemplo, quiere instalar unos aparatos en uno de nuestros 300 puntos de la red no hay problema". Respecto a la

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