Nuevos ecosistemas de innovación tecnológica
Según el Informe de los Ecosistemas para las Start-up 2012, Tel Aviv es la alternativa principal a Silicon Valley y es uno de los seis mayores ecosistemas del mundo, junto con Nueva York, Los Ángeles, Seattle, Boston y Londres, que es en Europa con diferencia el mayor ecosistema para las start-ups en Europa. Aún asi, su producción sigue siendo solo de un tercio respecto de Silicon Valley. Fuera de los mercados más tradicionales, el ecosistema para las start-ups de Sao Paulo está creciendo rápidamente y genera más puestos de trabajo para la comunidad local que Silicon Valley para la suya.
Ecosistema y emprendedores en España
En cuanto a España, el informe concluye que Madrid y Barcelona cuentan con el talento necesario para convertirse en una seria alternativa a Londres o París, las ciudades europeas mejor posicionadas en el ranking, si bien para ello deben reducir la brecha existente con estas capitales europeas en materia de apoyo y financiación. Las dos ciudades españolas figuran entre las semifinalistas en un segundo grupo de otras 20 ciudades con grandes posibilidades de crecimiento en el futuro.
Los datos que arroja el informe para cada ecosistema son comparados con los de Silicon Valley, que sirve como referencia para establecer el ranking. En este sentido, existen todavía notables diferencias entre las dos ciudades españolas y la emblemática comunidad californiana, aunque el avance de Madrid y Barcelona como hubs de emprendimiento europeos es significativo.
Por lo que se refiere a los emprendedores españoles, según el estudio, son de los mejor formados en Europa, solo superados por París. El 91% de los de Barcelona y el 89% de los de Madrid cuentan con un doctorado o un master frente al 86% de los de Berlín o el 75% de Londres. Sin embargo, el porcentaje de mujeres emprendedoras en Madrid y Barcelona, un 3% y un 5% respectivamente, es de los más bajos de Europa frente al 9% de Londres o el 7% de París o el 10% de Silicon Valley.
Los emprendedores de Barcelona se asemejan más a los de la localidad californiana en el número de horas diarias que dedican a sus proyectos, 8,25 horas frente a 9,95. Los madrileños, en cambio, dedican 6,75 horas diarias a sus proyectos, tres horas menos que en Silicon Valley y por debajo también de otras capitales europeas como París (9,88), Londres (9,78) y Berlín (9.18). Esto no se traduce en que los emprendedores tecnológicos madrileños trabajen menos que sus colegas de Silicon Valley, sino que reparten sus horas de trabajo con otras actividades complementarias como la consultoría.
En el estudio también se analiza el tipo de producto o servicio que ofrecen, las start-ups de Madrid y Silicon Valley son muy similares con 2,5 empresas enfocadas en soluciones para empresas por cada una que se dirige directamente al consumidor final. En cambio, las de Barcelona son cinco las empresas enfocadas en soluciones para empresas por cada dos que se dirigen al consumidor final.