"Nuestro papel es ser socio de los clientes y construir soluciones"

Luis Alvarez Satorre, presidente y dtor gral. de BT en España

Octubre de 1989 marcó el inicio de una de las primeras compañías que decidió instalarse en un país y en un sector orquestado por un único operador. Esos inicios, no exentos de dificultades, fracasos y cambios estratégicos, contribuyeron a sentar los pilares que dieron lugar, en 1998, a la liberalización del mercado de telecomunicaciones. Hoy, quince años después, Luis Álvarez Satorre, al frente de la compañía desde 1999, recuerda esa experiencia que BT España ha querido salvaguardar con la edición de un libro conmemorativo, al tiempo que, con esperanza y optimismo, traza las líneas de una nueva BT centrada en los servicios y los nuevos negocios alrededor de la red.

Quince años y una experiencia irrepetible en momentos clave del desarrollo de las telecomunicaciones marcan la historia de BT en España. En este proceso de cambios, descalabros económicos, negocios y liberalizaciones, ¿cuál es el resultado de esta evolución?
- Yo reconozco que soy de naturaleza optimista. Cuando uno trabaja en un sector cuyos productos y servicios se usan cada vez más, tanto por los usuarios individuales como por las empresas y la Administración Pública, como es nuestro caso, yo creo que hay que estar inclinado hacia una visión positiva y muy esperanzadora. Es cierto que partimos de un proceso donde han confluido muchas cosas: cambios tecnológicos muy significativos y simultáneos, como la aparición de la movilidad, la banda ancha, el desarrollo de las redes IP, etc. que compiten y convergen, lo que nos ha obligado a todos a reflexionar sobre cuáles son y van a ser las tecnologías que permitirán montar mejor las comunicaciones. Un segundo aspecto es que los modelos de negocio también han variado en el último periodo, desde la burbuja de Internet a la crisis posterior por las licencias UMTS y las fuertes exigencias económicas impuestas, y estamos asistiendo a lo que podríamos llamar un régimen transitorio, con altas y bajas en compañías que se tuvieron que plantear qué querían ser de mayores. Y, por último, la liberalización de las telecomunicaciones, que ha contribuido a este cambio de los modelos de negocio con una componente adicional de servicios prestados en monopolio en la mayoría de los países europeos y que, de pronto, permitía la existencia de competencia, algo que beneficiaba, sin ninguna duda, a los usuarios en calidad y precio de los mismos. Estos tres elementos siguen aún vigentes.

¿Y qué asuntos pendientes les quedan aún por solventar?
- Todavía estamos en un modelo de liberalización y tenemos que desarrollar algunas cosas globalmente en Europa, donde estamos empezando. Hemos avanzado mucho en algunos países, como en Reino Unido; razonablemente en España y muy poco en otros como Francia o Alemania. Desde el punto de vista de los modelos de negocio, nosotros hemos definido un modelo global de servicios a empresas y a la Administración a nivel internacional, donde la componente de servicios y la convergencia entre informática y comunicaciones juega un papel cada vez más relevante, cuyo ejemplo más evidente es el correo electrónico. En cuanto a la tecnológica, parece evidente que las tecnologías que utilicen IP como mecanismo de transporte permitirán nuevas aplicaciones, como la convergencia de voz y datos, en la que BT está apostando de manera muy decidida, ya que posiblemente tenemos las instalaciones más importantes en Europa en este sentido.

¿Eso significa que BT se ha hecho ya mayor?
- Me gusta esa definición. Después de quince años de trabajo, esto es como la tradicional puesta de largo que se hace en muchos países, y que en nuestro caso demuestra un nivel de compromiso altísimo que se ha reflejado en aprovechar cada oportunidad que nos facilitaba el mercado para poder acercarnos a nuestros clientes con nuevas ofertas. Un parámetro que todos utilizamos en la vida cuando hablamos de hacerse mayor es el grado de independencia económica que uno tiene, y quizá en el sector en el que estamos, estos indicadores son el ebitda y el cash flow. En estos aspectos sí que nos hemos hecho mayores, porque alcanzar el equilibrio financiero es una forma de lograrlo, ya que tenemos un resultado operativo entre el 10 y el 12%.

Las comunicaciones son un aspecto crítico en el negocio de las empresas, que demandan mejores redes y calidad en su transmisión de datos, ¿cuáles van a ser los parámetros para crecer frente al operador dominante?
- Para nosotros el mercado de transmisión o comunicaciones de datos y aplicaciones en red es un sector que crece y no de suma cero. Un porcentaje significativo de nuestro negocio proviene, no del que le hemos quitado a Telefónica, sino de un área que no existía en el mercado español. Por ejemplo, cuando nosotros ganamos el proyecto de Repsol para conectar 3.000 gasolineras, esos centros de trabajo no tenían ningún servicio de comunicaciones previamente, es decir, que hay redes nuevas que se crean para montar servicios que no existían. Otro ejemplo es el de la cadena Día, que además del lanzamiento de una tarjeta de fidelización quería tener un mayor control del negocio en las 2.200 tiendas que tiene en España y que no estaban conectadas entre sí. De nuevo es un negocio que no existía en este mercado.

¿Qué marca la diferencia entre ese hueco de mercado virgen y ahora?
- La diferencia fundamental es que hay tecnologías, como puede ser ADSL, que permiten a las empresas abaratar sus costes de tal forma, que proyectos que antes ni se podían plantear ahora sí son ejecutables como parte de su evolución de negocio. Observamos que hay una clarísima evolución de los negocios en los que las empresas depositan parte de su operativa en la red, lo que denominamos economía digital en red, y, por tanto, es un área con muchísimo crecimiento y grandes oportunidades tanto en las organizaciones, la Administración Pública y la sanidad, la educación, en el acceso de los ciudadanos,…

¿BT es un contendiente necesario para la compañía que ostentaba la hegemonía en este sector?
- Sí, pero creo que también es una oportunidad para Telefónica, porque puede ganar más negocio y crecer con estas nuevas oportunidades de conectar empresas que no lo estaban y ofrecer otros servicios.

Están abordando nuevos negocios (banda ancha, telefonía IP, servicios de telecomunicaciones integrados, etc.), que han repercutido en un crecimiento del 30%. ¿Han hecho de la necesidad una virtud?
- Esa expresión lo define muy bien, porque este es un sector apasionante pero, al mismo tiempo, muy exigente para las personas que tienen la responsabilidad de gestionar compañías. He comentado muchas veces que al principio se nos tachaba de ser una compañía de nicho, pese a que siempre nos hemos especializado en empresas y en Administración Pública y que gracias a ese nivel hoy somos los mejores. En ese sentido, nuestro papel está en ser cada vez más socios de nuestros clientes, que ya no compran las comunicaciones como un commodity, sino que las utilizan para desarrollar su negocio, ser más eficientes, lograr nuevos clientes, mejorar sus formas de trabajar, ofrecer movilidad a sus empleados, etc. Ahora cada empresa utiliza de manera distinta la tecnología y nuestro papel es sentarnos y cooperar con cada uno de ellos para construir la solución que necesitan.

Es decir, que ha s

Viñeta publicada el 20 de febrero de 1870 en La Flaca n.º 35 Tendencias

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