Nortel Networks se acoge a la protección por bancarrota
La situación económica global se sigue cobrando víctimas. La última de ellas sería Nortel Networks, quien se ha acogido al Capítulo 11 de la Ley de Bancarrota, lo que podría traducirse como declararse en suspensión de pagos, tal y como ha informado la propia Nortel.
Suma y sigue. El escenario económico mundial no da tregua, y las empresas tecnológicas, como es lógico, no son una excepción. Nortel Networks, empresa canadiense (cuya sede está en Toronto) dedicada a la implantación de soluciones de comunicaciones para la empresa, se ha acogido a la Ley de Bancarrotas norteamericana (más concretamente, al Capítulo 11), a través de un juzgado del estado de Delaware. Es decir, que se ha declarado en suspensión de pagos, lo que no supone necesariamente el fin de las actividades de la compañía.
Según recoge el diario Globe and Mail, la decisión se tomó ayer mismo en una reunión que mantuvo el comité directivo de la compañía para tratar la situación de crisis financiera que mantenía la compañía. Hasta ahora, la empresa había tratado de mantenerse a flote buscando compradores para algunas de sus divisiones, pero la imposibilidad de encontrar financiación ha desembocado en la decisión de declararse en bancarrota.
Así, y según el comunicado oficial hecho público, con esta decisión los directivos de la corporación buscan acometer la reestructuración necesaria, tanto a nivel financiero como de negocio. “Este proceso permitirá a Nortel ser el líder en comunicaciones que debe ser”, sentencia el comunicado oficial firmado por el presidente y CEO, Mike Zafirovski,.
De esta forma, la compañía seguirá manteniendo activas sus operaciones y “nuestro compromiso con los clientes permanece inalterable”. Es más, la compañía se compromete a seguir invirtiendo en I+D.
Según indica elEconomista.es, durante el mejor momento de la compañía, sus activos sumaban un valor de 265.000 millones de euros, llegando a tener hasta 95.000 empleados. Asimismo, el pasado mes de diciembre, la bolsa de Nueva York habría amenazado a la firma con expulsarla si no conseguía mantener el precio de su acción por encima del dólar norteamericano (una de las exigencias para cotizar en la bolsa). Al cierre de la última sesión neoyorquina, la cotización alcanzaba los 32 centavos de dólar. Sin embargo, la decisión de acogerse a la suspensión de pagos de Nortel no coge de sorpresa a un sector que ya esperaba la caída.