No sacar erróneas conclusiones

Aquellos proveedores de nuestro sector que, habitualmente, suelen estar bien informados, están preocupados –un eslabón más en la lamentable cadena de la incertidumbre– porque en el Pleno de la Comisión Permanente del Consejo Superior de Administración Electrónica, correspondiente al pasado mes de enero, no se presentó ninguna propuesta de contratación. Especulan respecto a si ha podido suceder por simple casualidad o se trata de la consecuencia de una política de recortes presupuestarios sobre asuntos TIC que pudiera tener efectos indeseables a lo largo del año. Tienen razones de peso, mucho peso –la economía es determinante en la toma de decisiones– para intentar descubrir indicios de contratación en cualquier sector de actividad, público o privado, y los movimientos en ese sentido, por parte de la Administración General del Estado (AGE), suelen ser seguidos con especial atención. Consiguientemente, permanecen atentos por si, la ausencia de propuestas de contratación habida en el mes de enero, pudiera repetirse también en el presente mes de febrero lo cual, para los proveedores, sí sería alarmante.
Sin embargo, para intentar transmitir algo de tranquilidad al colectivo de proveedores de nuestro sector, habrá que apuntar a una posible falta de tiempo en los distintos ministerios para preparar y completar adecuadamente la documentación de diferentes expedientes de contratación, teniendo en cuenta que los que se presentan en los Plenos son los de mayor montante económico –siempre por encima de un millón de euros– con carácter, habitualmente, plurianual. Además, como la preparación de estos expedientes requiere muchos meses hasta su culminación –no sólo por su elaboración sino, también, por los tiempos de espera para lograr las diferentes y preceptivas firmas– se va generalizando la costumbre de utilizar el Catálogo de suministros de la Subdirección General de Compras de la Dirección General de Patrimonio, para realizar las contrataciones. Con este procedimiento, se simplifican de forma muy considerable todos los trámites para las contrataciones. Habiéndose abierto, asimismo, el abanico de posibilidades. Por ejemplo, en el capítulo referente a servicios, orientado antes a nuevos desarrollos, ahora pueden abordarse también temas de mantenimiento y de evolución de aplicaciones. Al utilizarse cada vez más la vía del Catálogo para realizar contrataciones, el número de expedientes que se presentan en los Plenos va disminuyendo. No hay que sacar, por lo tanto, erróneas conclusiones.