No es suficiente

Registrar un incremento en la evolución del sector informático español, según las cifras de SEDISI, de casi cuatro puntos significa, obviamente, un cambio de tendencia. Pero no nos engañemos. Existen indicadores que no permiten lanzar campanas al vuelo. El primero y más importante es que el sector español de TI sigue perdiendo empleo aunque sea a menor ritmo que en trimestres anteriores. Lo que tiene una relación directa con la complicada, difícil y costosa recuperación del sector servicios, el que mayor volumen de empleo absorbe. Todo esto tiene una razón clara y es que el crecimiento del sector se ha generado fundamentalmente en el segmento de consumo y en la Administración Pública. Es decir, las inversiones en TI de la empresa española –sea del tamaño que sea– siguen estando prácticamente paradas. Por lo tanto, las alegrías que podrían suscitar las cifras de SEDISI se deberían posponer. ¿Hasta cuándo? Pues hasta que la empresa española sea consciente de que si quiere competir, crecer e incrementar su productividad debe invertir en Tecnologías de la Información. No se trata de una opción sino de una obligación de primer orden. No se está hablando de tecnología, se está hablando de negocio. Un negocio que hoy, sin el adecuado soporte de la tecnología, está abocado a desaparecer. Pero como todo, si queremos ver el lado positivo también lo podemos hacer. ¿Cómo? Muy sencillo. Si el sector ha sido capaz de crecer casi un 4% debido únicamente a las inversiones del consumo y de la Administración Pública, cuando la empresa ponga en marcha sus inversiones en TI –que no cabe duda de que lo hará– el crecimiento que registrará el sector español de TI será el que le sitúe en los países de cabecera en el mercado internacional. Por ello, el futuro se presenta, al menos, esperanzador.