Necesidades de Información en tiempo real

Nos encontramos ante un mundo cada vez más global y cambiante, donde la velocidad de los acontecimientos supera en gran medida la acepción y respuesta a los mismos. En el mundo de la globalización, las cosas ocurren, cambian, vuelven a cambiar y nuestra sociedad necesita disponer de las herramientas y resortes necesarios para funcionar con arreglo a la información que se genera. Por si fuera poco, la información generada en un punto del orbe tiene su repercusión en el otro lado, lo que implica que los sistemas que soportan este tráfico sean mucho más potentes y eficaces.
El cambio cualitativo ha sido muy rápido, hace apenas 10 años la mayoría de los procesos no necesitaban los datos en el mismo instante en que se producían. Los períodos de latencia tendían a ser más cortos, pero el sistema no se paraba o dejaba de funcionar por no disponer de la información en tiempo real.
Ahora mismo, esta necesidad es imperiosa y afecta a todos los sectores económicos, desde el tradicional sistema Financiero, a las Telecomunicaciones, Defensa y Seguridad, Sanidad, etc.
Tenemos ejemplos en todos los sectores. En el mundo financiero con la necesidad, entre otras, de las cotizaciones de las divisas al instante, cambios en los tipos de interés, declaraciones de las personas que influyen en los hechos económicos. En los sistemas de Seguridad y Defensa, la información de las personas “non-gratas” debe estar actualizada al segundo, los cambios en situaciones militares, alarmas de posibles conflictos; incluso en temas tan específicos como la detección de las catástrofes naturales, con la previsión de caudales hidrográficos mediante el estudio y análisis de los datos procesados cada minuto (Sistema Automático de Información Hidrográfica del Ebro).
Los sistemas informáticos que soportan este tipo de procesos han encontrado en el desarrollo de las comunicaciones y particularmente en el mundo Internet la pasarela por la cual sus sistemas deben crearse y crecer. Internet permite la conectividad y el tráfico de información a todo el mundo, algo que era muy difícil de conseguir anteriormente si no se disponían de redes privadas de comunicaciones globales pero más específicas.
Conjuntamente con los sistemas, las compañías han debido adecuar sus métodos y formas de trabajar, formar y contratar personas con capacidades en otros entornos distintos a los tradicionales de gestión, y sobre todo, enfocar su oferta hacia una serie de productos basados en una tecnología muy puntera, puesto que la competitividad en estos entornos obligaba a disponer de productos con rabioso tiempo real.
Pero a qué denominamos tiempo real. Denominamos tiempo real a acercar la fuente de información y los datos a aquellos receptores susceptibles de utilizarlos, minimizando el tiempo de generación de los mismos y su explotación posterior.
Sus beneficios son claramente consensuados por todos los actores del proceso, desde la uniformidad que permite que todos dispongan de la misma información con la minimización consiguiente del ruido en el tráfico de datos, pasando por la falta de intermediarios en el proceso que pueden distorsionarlo accidental o intencionadamente. Quién posea la información antes, tendrá una ventaja competitiva sobre su competencia, y podrá utilizarla en su beneficio. Pero no todos son buenas noticias en la utilización de sistemas de tiempo real, existen factores críticos de éxito como es el rendimiento de dichos sistemas, que tienen que estar diseñados muy bien para no incurrir en pérdidas de rendimiento operativo, lo cual sería absolutamente nefasto para las organizaciones que esperan una serie de eventos para poder funcionar correctamente. Cualquier fallo de un sistema de tiempo real tiene una repercusión mayor que un proceso con una latencia superior.
Una arquitectura real-time se basa en una serie de componentes que permiten este tipo de capacidades. El esquema de las plataformas real-time se compone de múltiples puntos de entrada tanto de front como de back-office, permitiendo con ello una gran disparidad entre ellas, desde una aplicación de e-commerce, a una aplicación de contact center, pasando por una aplicación de negocio o de aquellas más técnicas que se refieren a la gestión de redes.
El conjunto de estos puntos de entrada deben converger en un único punto de integración. Sustentando este tipo de arquitecturas de tiempo real, aparece un componente muy importante, el repositorio de datos, comúnmente denominado ODS (Operational Data Store). Sus características principales son, la de combinar datos de transacciones orientadas a eventos con datos históricos, la disponibilidad de los datos debe ser continua con niveles de 7X24 (24 horas al día x 7 días a la semana), se manejan altos volúmenes de datos y las consultas más o menos complejas que necesitan unos tiempos de respuesta tendente a cero.
Según distintos informes, los beneficios de los sistemas en tiempo real son cuantificables y están en torno al aumento de ingresos del 0,5 al 3%, aumento de la rentabilidad del 6% al 15%, aumento del índice de satisfacción de los clientes de hasta el 20% y una reducción directa de coste de procesamiento de información del 5 al 35%.
Para resumir, las necesidades de información en tiempo real no solamente afectan a una serie de actividades, sino que advertimos que en cualquier elemento de la vida diaria cada vez se va haciendo más importante y más cotidiana, afectando tanto a los emisores de la información, como a las compañías que se dedican a crear y vender productos para transportarlos, o a los receptores últimos. Es posible que cuando se termine este artículo, la información contenida haya tenido un período de latencia superior a lo que se demanda en el tiempo real, aunque eso no signifique que no sea lo suficientemente válida, o no.

Mario Yáñez, senior manager
Sector Financiero Cap Gemini Ernst & Young

Viñeta publicada el 20 de febrero de 1870 en La Flaca n.º 35 Tendencias

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