Necesidad de nuevas leyes para la superautopista multimedia

Los ejecutivos de las grandes compañías de telecomunicaciones e informática están convencidos de que es necesario formular nuevas reglas para colaborar en la financiación y la orientación del camino abierto hacia la superautopista de información internacional.

Coincidiendo con la conferencia Networked Economy Europe, celebrada recientemente en París, los líderes de la industria abogaron por una menor intervención de los gobiernos nacionales en los aspectos de telecomunicación y por la formulación de nuevas métodos de pago para la transmisión multimedia de datos.

Las cuestiones de inversión y acceso a los mercados globales deben quedar clarificadas antes de que la convergencia digital -la confluencia de la televisión, PCs, teléfonos y tecnología móvil- se convierta en una realidad.

Antes de poder contemplar un mercado mundial con múltiples redes multimedia, los fabricantes deberán tener claro cómo acceder a ese mercado y debatir una salida que pueda permitir a los operadores de redes correr simultáneamente a través de redes de televisión por cable y redes telefónicas.

Los gobiernos están intentado separar los tipos de redes porque su principal intención no es proveer servicios al usuario, sino provocar la competición -en esto están de acuerdo todos los líderes de la industria- y piensan que cuanto antes se obvie esta discusión se evitarán debates artificiales. El gobierno puede jugar su papel, pero sólamente como un observador, nunca como regulador de alianzas.

Bill Gates opina que los gobiernos deberían permitir la competición entre compañías, y si una consige un papel dominante es cuando la administración debe intervenir y corregir posibles abusos.

Pero la clase política ha decidido mantenerse en la discusión. El gobierno francés, por ejemplo, se incorporó al vagón de la superautopista de información el pasado mes de febrero, con el primer ministro galo, Edouard Baladur, animando a los grandes industriales a invertir y cooperar en la tecnología de consumo.

Baladur, presidió una comisión encargada de elaborar un informe acerca del estado de la industria de la tecnología de la información y las telecomunicaciones. El informe se utilizará como base para la legislación diseñada para pavimentar el camino de los pactos entre compañías a la hora de invertir en tecnología de comunicaciones.

Pero este informe no aparecerá hasta finales de año y no se espera que de él se extraigan consecuencias ni cambios significativos, porque el asunto no será tratado en profundidad hasta después de las elecciones generales francesas del año próximo.

Algunos de los ponentes de la conferencia Network Economy Europe también estuvieron de acuerdo en considerar que las antiguas distinciones entre radiodifusión y telefonía están obsoletas, aspecto demostrado por el hecho de que compañías como Bell Atlantic y British Telecom están probando suerte con sistemas de video utilizando servidores de bases de datos Oracle.

En lo que se refiere a los precios, cuando los cambios tecnológicos implican nuevas tarifas es inexcusable decir que las voces de disenso entre la comunidad de usuarios están servidas. Cuando France Telecom ajustó sus tarifas, bajando el precio de las llamadas internacionales al tiempo que aumentaban de forma sostenida las tarifas nacionales, se produjeron grandes quejas entre los ciudadanos franceses.

Las fórmulas de pago serán un aspecto decisivo a tener en cuenta a la hora de abordar la construcción de la superautopista digital, intentando que los gastos de producción y software afecten a la tarifa final lo menos posible, porque los usuarios podrían dejar de interesarse en las nuevas prestaciones si no se ajustan a su bolsillo.

La mayor parte de los líderes de la industria, opinan que cobrar por pasos es una método anticuado. Los usuarios prefieren pagar por una mejor y más amplia gama de servicios y eso es lo que deberían entender las compañías como aspeto fundamental a la hora de valorar las fluctuaciones de tarifas. Los usuarios demandabn un cambio en la concepción del método de pago, basado en la calidad y el valor del servicio prestado más que en el simple coste.

Aún así, existen discrepancias, como las de Microsoft en boca de Bill Gates, que sugiere que las tarifas basadas en el servicio también presentan problemas, como especificar cuál es el valor auténtico de un dato, por lo que deben establecerse esquemas combinados.

De hecho, los usuarios ya están siendo cobrados por los servicios sobre la plataforma actual, dado que con el simple hecho de esperar a la noche para beneficiarse de una tarifa más barata, se está obteniendo un servicio.

Por el momento, los problemas ya están planteados. Ahora sólo queda hacerles frente y reformular, especialmente, el aspecto de los métodos de pago.

Viñeta publicada el 20 de febrero de 1870 en La Flaca n.º 35 Tendencias

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