Multimedia y comunicaciones de banda ancha. Nuevas posibilidades de aplicación.
La comunicación conmutada en banda ancha no es ninguna visión futurista, sino una posibilidad técnica aplicable ya actualmente -aunque con alcance limitado- para la transmisión rápida e individualizada de grandes volúmenes de informaciones y datos.
Al contrario de la comunicación distribuida, que sólo permite una distribución de informaciones en banda ancha, en el caso de la comunicación conmutada en banda ancha es posible establecer enlaces individuales con el alcance necesario y utilizarlos lo mismo que en la red de autoselección de banda estrecha. La comunicación conmutada en banda ancha amplía así las posibilidades de aplicación, más allá de la simple llamada, a una comunicación de banda ancha orientada a diálogos.
De esta forma se abren nuevas posibilidades de aplicación, sobre todo para el sector de la comunicación comercial, que rebasan con mucho la simple utilización de videoconferencias para una disminución de las actividades de viaje.
Según los pronósticos, la nueva forma de utilización de la información y las comunicaciones hará cambiar las condiciones competitivas, de forma que aparecerán nuevos mercados, desaparecerán mercados antiguos, se estructurarán nuevas interdependencias y poderes de mercado y se llegará a un concepto completamente nuevo de los factores de producción tradicionales. De todas formas, la ruptura hacia el futuro se ha iniciado ya hace tiempo.
En la actual guerra comercial la lucha por las participaciones de mercado, esferas de influencia y ventajas competitivas estará caracterizada cada vez más por nuevas formas de comunicación comercial. La necesidad de crear redes de comunicación más potentes deberá acelerar las tendencias de desarrollo a largo plazo. Ya hoy en los sectores industriales se ha llegado al límite en la capacidad receptiva de los sistemas de tráfico y comunicaciones, tanto públicos como individuales. La creciente concienciación sobre el medio ambiente ha llevado también a considerar la posibilidad de mover informaciones en lugar de personas y mercancías. La globalización de las interrelaciones y requisitos, simultáneamente a la individualización de productos y servicios, está en relación mutua y creciente con nuevas posibilidades técnicas de información y comunicaciones.
Algo parecido sucede respecto a la complejidad de los procesos. Las simulaciones de cambios climáticos, la visualización de procesos técnicos complejos y el control en tiempo real de máquinas-herramienta de alta precisión son sólo algunos de los ejemplos de interdependencias entre las capacidades del proceso de la información y el aumento en las complejidad de los problemas. Además, sobre todo en los procesos de desarrollo, el factor tiempo adquiere una importancia creciente para los procesos técnicos y comerciales y obliga al establecimiento de nuevos conceptos en base a técnicas avanzadas de información y comunicaciones.
Y, finalmente, las estructuras organizativas cambiarán para convertirse en unidades adaptables, limitadas en el tiempo y en gran medida interactivas, que estarán en estrecha relación de cooperación con una serie de entidades asociadas tanto internas como externas. Los límites y las fronteras de las empresas y países irán desapareciendo en la medida que vayan apareciendo redes de comunicación que rebasen esos límites.
Aunque esto pudiera parecer una visión imprecisa del futuro, numerosas entrevistas con usuarios muestran que las redes de comunicación actuales en las empresas, tanto internas como externas, están llegando a los límites de su capacidad. Además de las aplicaciones especiales con gran intensidad de comunicaciones, como la investigación y el desarrollo, el agrupamiento de varias corrientes de comunicación de banda estrecha entre sí (por ejemplo, en la conexión de redes LAN) plantea a los canales de transmisión unos requisitos que ya no pueden ser satisfacerse con una tasa de 64 Kbits por segundo. Por otra parte, las aplicaciones orientadas a gráficos absorben una parte cada vez más importante en las actividades de comunicaciones, tanto del tipo in house como a nivel general. A esto hay que añadir la importancia que están adquiriendo entre los fabricantes informáticos y en especial los de ordenadores personales los nuevos conceptos de multimedia e hipermedia.
Existe una opinión generalizada de que el futuro pertenece a las comunicaciones multimedia, a pesar de lo cual los usuarios muestran aún cierto retraimiento. Con demasiada frecuencia, los anuncios realizados en el sector de telecomunicaciones no han mantenido sus promesas. De todas formas, incluso sin comunicaciones multimedia, las redes de muchos usuarios se encuentran ya actualmente sobrecargadas. Para la interconexión de islas de datos, que en muchas firmas se están poniendo en práctica de manera intensiva, las redes de datos actualmente disponibles no ofrecen en muchos casos la potencia ni el rendimiento necesario. Cada vez están más claras las ventajas comerciales y en parte también estratégicas de unas comunicaciones en red a nivel de empresa, como correo electrónico, EIS, o la conexión específica entre proveedores, clientes y asociados en cooperación, como en el caso de la comunicación electrónica de datos (EDI). Una vez más se confirma el hecho de que las innovaciones técnicas de amplio alcance en los sistemas requieren por lo menos una década para establecerse. En relación con la industria europea se plantea el peligro de que en particular las empresas globales de Japón y Estados Unidos hayan detectado ya las ventajas estratégicas y competitivas de unas telecomunicaciones eficientes y obrado en consecuencia.
Tal como demuestran los resultados de diferentes estudios de mercado, existen ya hoy numerosas posibilidades de aplicación para una red conmutada en banda ancha. El punto clave de un reciente estudio es si existen ya usuarios, sectores o áreas funcionales identificables que muestren claramente una mayor necesidad de comunicación conmutada en banda ancha que otros sectores. Como valor determinante esencial se identificó la situación concreta, respecto a las actividades, tras la cual pasan con relativa intensidad a segundo plano otros factores de influencia, como por ejemplo el tamaño de la organización, la potencia financiera, la disposición al cambio o el estado de desarrollo en cuanto a técnicas de información.
Los puntos clave para unas comunicaciones conmutadas en banda ancha se encuentran sobre todo en las funciones de investigación y desarrollo, distribución y servicio. Para organizaciones pertenecientes al sector de servicios hay que añadir las funciones de generación y distribución de prestaciones. Además de la intensidad de información y comunicaciones relativamente alta en estas áreas funcionales, también desempeña aquí obviamente un papel decisivo su importancia competitiva y estratégica. Por otra parte, y según los resultados del análisis, el cambio en el entorno de actividad da lugar a la inclusión de otras áreas funcionales.
Dependiendo de los puntos funcionales clave, las posibilidades de aplicación para la comunicación conmutada en banda ancha se encuentran sobre todo en los sectores industriales clásicos, como la industria química, la construcción de maquinaria o la industria eléctrica, así como en sectores de servicio con gran intensidad de información, como los bancos, compañías de seguros o empresas de asesoramiento. Sin embargo, se ha constatado que existen posibilidades interesantes de aplicación en casi todos los sectores comerciales. Respecto a la cuestión de si la comunicación conmutada en banda ancha sólo ofrece ventajas para las grandes empresas, debiendo abstenerse las pequeñas organizaciones, puede afirmarse categóricamente que la utilización de este medio de comunicación ofrece ventajas claras para todo tipo de firmas, siempre que vaya precedida de una planificación orientada a la aplicación y dirigida a la situación espe