Mensajes del Ministro de I.T. y C.

El ministro de Industria, Turismo, y Comercio, José Montilla, en comparecencia ante la Comisión de Industria del Congreso –tomando como eje de su argumentación las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones– ha transmitido mensajes tan interesantes como los siguientes: Anuncio de la constitución de la Conferencia Sectorial para el desarrollo de la Sociedad de la Información con el propósito de garantizar la coordinación entre todas las Administraciones Públicas; intención del Gobierno –en su apuesta por potenciar la Sociedad de la Información y el Conocimiento, que parece considerarla como una prioridad– de aprobar un Plan para el desarrollo de la Sociedad de la Información y Convergencia con Europa, que deberá estar finalizado antes del 1 de enero de 2006; y el compromiso del Ministerio de I. T. y C. de conseguir, al finalizar la presente legislatura, duplicar los recursos destinados a apoyar proyectos innovadores en los que se involucren el sector privado, universidades, y centros tecnológicos y de investigación.
Las manifestaciones del ministro Montilla constituyen una panoplia de buenas, muy buenas, intenciones, que podrían resumirse en el siguiente párrafo de su disertación: “Con el Plan se impulsará la inversión en Tecnologías de la Información y las Comunicaciones por parte de las empresas; el uso generalizado de las TIC por parte de la Administración Pública; y la mejora de la dotación tecnológica en los centros escolares”. Todos ellos, compromisos para suscribir sin la más mínima objeción. Lo que sucede es que, el asunto de los Planes sobre TIC propiciados desde el Gobierno –contamos con los precedentes realizados por el PP– teniendo una redacción optimista con capacidad de ilusionar, suelen fallar, incluso estrepitosamente, cuando, cerrando la horquilla, se llega a la pormenorización y el detalle y se echan en falta mecanismos de coordinación y seguimiento; liderazgos que exijan responsabilidades; y, sobretodo, claridad meridiana en el capítulo de adjudicación de presupuestos. Por lo tanto, presumiendo buena voluntad y excelente intención por parte del ministro Montilla para alcanzar todos los objetivos que ha descrito, haría bien, para quemar etapas, en analizar los fallos habidos en Planes anteriores. Esta faceta, junto a la proclamada experiencia que dicen tener en su partido al respecto, le ayudará a aproximar, al menos, propósitos con posibilidades reales. De lo contrario, más de lo mismo: Palabras.

Viñeta publicada el 20 de febrero de 1870 en La Flaca n.º 35 Tendencias

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