Menos Tareas, más Servicios
La Revolución de los procesos comerciales
Durante los años sesenta y setenta, los centros de proceso de datos estaban centralizados, y los recursos eran tan caros que permanecían reservados a las tareas más importantes. Por otra parte, como el sector informático se encontraba aún en sus comienzos, sólo había una cantidad limitada de programas utilizables, que estaban adaptados a los requerimientos específicos de una empresa y eran por lo tanto propietarios. Además, a causa de la lentitud de los ciclos de desarrollo y modificación, los nuevos procesos comerciales sólo pudieron tener lugar con retraso en el mundo informático. De todas formas, aquellos centros de proceso monolíticos tenían características positivas, como los controles de acceso centralizados, la alta disponibilidad de las aplicaciones, el rendimiento y la capacidad de administración. Estas características contribuyeron de manera esencial a la estabilidad en el funcionamiento de dichos centros de proceso de datos.
El modelo empresarial del siglo XXI
Durante los años 80 y 90 se aceleró la evolución de los centros de proceso. El rendimiento y las capacidades de almacenamiento aumentaron, y los precios descendieron. Se encontraron soluciones específicas para los requerimientos específicos de los diversos departamentos en las empresas. Las bases de datos correspondientes se almacenaron en servidores centralizados, aunque para los fines de backup continuaron siendo necesarias capacidades de almacenamiento en el centro de proceso. Además, los sistemas de los diversos departamentos podían ofrecer a los usuarios cada vez con mayor rapidez soluciones optimizadas, y permitieron acortar los ciclos de modificación en los procesos comerciales, mientras que, por otra parte, la necesidad de aumentar la productividad requería ordenadores más rápidos, más memoria y aplicaciones aún más optimizadas. Y también los requerimientos de los usuarios continuaron en aumento. La espiral de la demanda y las innovaciones se desarrollaron cada vez con mayor rapidez, con el resultado de que las cargas financieras y la demanda planteada a la Gestión de Sistemas adquirieron una mayor importancia.
Los centros de proceso distribuido se hicieron finalmente demasiado complejos y difíciles de administrar, mientras que su requerimiento principal, la “estabilidad”, comenzó también a disminuir. Se constató así que era inevitable una vuelta al modelo centralizado, ya que sólo si se garantizaba que las aplicaciones y los datos distribuidos se administraran profesionalmente podrían los departamentos concentrarse de nuevo en sus tareas. Aunque este retroceso resultó física y mentalmente difícil de poner en práctica, la dirección del área TI consiguió recuperar el nivel de rendimiento considerado como adecuado en los centros de proceso de datos tradicionales. De todas formas, los responsables no pudieron respirar por mucho tiempo, ya que pocos años después surgieron nuevos tiempos tormentosos.
A partir de la mitad de los años noventa, Internet ha revolucionado tanto las prácticas comerciales como la forma de trabajar de la organización TI. El extraordinario crecimiento de la World Wide Web dio lugar a una base de clientes cada vez más amplia. El aumento de la demanda condujo a ciclos de modificación de los procesos comerciales aún más cortos, que ya no se miden en años, sino en meses. Además, surgió la necesidad de nuevas aplicaciones, como por ejemplo para la Planificación de Recursos de Empresa o ERP (Enterprise Resource Planning), con procesos comerciales integrados y utilización común de las bases de datos. Y las intranets han convertido cada vez a más empleados en usuarios de Tecnologías de la Información, mientras que las extranets convierten también a las firmas colaboradoras en participantes de la organización TI de la empresa. Así, las demandas que se plantean a las redes y al intercambio de datos aumentan de manera exponencial, y la posibilidad de acceder a la empresa a través de redes mundiales se ha convertido en el modelo comercial del Siglo XXI.
Una combinación de productos, procesos y personas
Al mismo tiempo, los usuarios demandan un acceso aún más amplio a las informaciones. El objetivo de la Dirección TI es establecer un denominador común entre la estabilidad y la seguridad de los centros de proceso tradicionales y la capacidad de apertura y conectividad de la Internet. Mediante una actuación metódica se flexibiliza el funcionamiento estrictamente reglamentado del centro de procesos, de manera que las empresas pueden abrirse a los clientes, firmas colaboradoras y proveedores. El nuevo centro de proceso representa una combinación de productos, procesos y personas, para alcanzar la máxima disponibilidad de las aplicaciones con un coste mínimo. Por otra parte, se requiere una maximización del acceso a la información con ayuda de Internet.
La nueva estrategia del centro de procesos abarca tres niveles. En el nivel de entrada se determina cómo se anunciará el usuario final a sí mismo dentro del entorno. Aquí deberá encontrarse a través de un control detallado un camino medio entre el acceso por una cantidad lo más grande posible de usuarios y los requerimientos de seguridad de la empresa. A los niveles de aplicación y de middleware, las aplicaciones para usuarios finales se convierten en servicios con capacidad de funcionamiento en la red. La plataforma del centro de proceso abarca los elementos de infraestructura (hardware y software) sobre los que se establece la nueva estrategia. La plataforma de centro de proceso se convierte en una arquitectura virtual y conectada en red, que deberá cumplir con requisitos críticos como la disponibilidad, escalabilidad dinámica, uso compartido de recursos, administración centralizada, facilidad de utilización por el usuario y flexibilidad. Es decir, que todo lo que tiene que ver con productos, personas y procesos se refiere a estos tres niveles.
Mientras que en el sector de TI se trabaja en el desarrollo de un acceso universal y se ha recurrido para ello a tecnologías Web, también se ha ampliado el concepto mediante la tecnología Jini. Jini constituye la base de software mediante la cual es posible conectar dispositivos entre sí. Los diversos componentes de un sistema (memoria, unidades de proceso, componentes de red) pueden ser utilizados no obstante también por otros sistemas. Así, en base a la tecnología Java, surge el segundo nivel, que permite a los programadores crear soluciones independientes de plataforma. La combinación de los dos primeros niveles cumple con uno de los requisitos más importantes del centro de proceso conectado en red: que cada usuario pueda acceder a las aplicaciones y obtener datos independientemente del lugar y del tiempo. La tarea de la tecnología Java está en integrar las diferentes plataformas, sistemas operativos y lenguajes de