Más allá del teletrabajo en IDG Communications

El proyecto piloto de teletrabajo emprendido por la editorial IDG Communications, basado en un servicio IP VPN global de COLT Telecom, está suponiendo, además de un profundo cambio en la cultura corporativa, la actualización de buena parte de sus infraestructuras de red hacia mayores anchos de banda.

Cuando IDG Communications se planteó la puesta en marcha de un proyecto de teletrabajo, lo que buscaba fundamentalmente no era tanto nuevas formas de conseguir potenciales ahorros de costes como propiciar un cambio en la cultura corporativa hacia un concepto de editorial renovado. El objetivo era sacar el máximo partido a la tecnología como soporte a nuevas maneras de organización que optimizasen los procesos corporativos. Y es que, como editora de las publicaciones especializadas en nuevas tecnologías PC World, Computerworld, Dealer World, Digital World, Macworld, Iworld y Comunicaciones World, IDG está en las mejores condiciones para comprender la ayuda que la informática y las telecomunicaciones representan en el nuevo concepto de empresa que hoy se impone en todos los sectores, y muy especialmente en el de medios de comunicación. La compañía mantiene además un portal especializado en TI (idg.es) que se actualiza diariamente, y en el que, junto a las últimas noticias sobre nuevas tecnologías, se pueden encontrar contenidos editoriales de cada una de las revistas del grupo.

Evaluación tecnológica
La etapa preliminar del proyecto se centró en la evaluación de la solución tecnológica que había de darle soporte, teniendo en cuenta que los accesos de los teletrabajadores sólo se producirían desde sus domicilios. La solución técnica finalmente adoptada consiste en una red privada virtual (VPN) segura gestionada por Colt Telecom, a la que los teletrabadores acceden por ADSL. Para preservar la línea telefónica privada del empleado, cada uno de ellos dispone de teléfono móvil, servicio contratado con Vodafone. Además del correspondiente PC, los usuarios disponen de un disco duro externo portátil de 40 GB, USB2 y fireware, que les permite volcar copias de toda su información almacenada entre la máquina de su domicilio y la que utilice en las instalaciones de la empresa. Y como se prevé que el mayor número de problemas pueda surgir de todo lo relacionado con el mantenimiento, “muy pronto dispondremos de un sistema de administración de sobremesas en remoto para tratar las incidencias, instalar software o mejorar aplicaciones, todo ello de un modo centralizado,” explica Carlos Chenel, director de Informática de IDG.
La selección del entorno obedece a diversos motivos, algunos de ellos relacionados con el punto de partida tecnológico de la empresa. Actualmente, Colt ofrece a IDG un ancho de banda Internet de 3 Mbp full duplex. Además, la sede central de Madrid se conecta por fibra óptica también a 100 Mbps full duplex con el centro de datos con que el operador cuenta en la capital. “Allí tenemos en housing los servidores Web que soportan nuestro servicio de información on line con toda la seguridad asociada a Internet, y a los que también accederán los teletrabajadores, así como una solución de back up de 2TB además de a los recursos informáticos del departamento editorial. Estos recursos se albergan en un servidor NAS (Network-Attached Storage) de 400 GB ubicado en la sede de IDG y abarcan desde diversas bases de datos de contactos a bases de datos de artículos publicados y carpetas compartidas”.
También en la sede corporativa se encuentra el servidor de correo electrónico, que es una de las herramientas fundamentales de cada empleado. Funciona en modo cifrado sobre un servidor Exchange 2003. “Con independencia del servicio y el recurso que vaya a utilizar, el teletrabajador como las oficinas remotas siempre accederán por la red de Colt al centro de datos del operador y, desde allí, a nuestras instalaciones centrales, donde es validado como usuario autorizado, en función de las políticas de acceso. Si lo que desea consultar se encuentra en el servidor NAS, la conexión se redirige a él internamente; cuando lo que pretende es utilizar los servidores Web se pasa la conexión de nuevo al centro de datos de Colt”, asegura Chenel.

Solución global
Con toda esta problemática, y después de evaluar distintas alternativas, se optó por la solución de VPN ofrecida por Colt, que además “ya se ocupa de nuestro ancho de banda Internet, el servicio de housing y las conexiones telefónicas corporativas, salvo las de fijo a móvil, en manos de Vodafone”. “Pero la razón fundamental fue la solución global que nos ofrecieron. Una de las principales era impedir que el ancho de banda de 3 Mbps full duplex que ya estaba siendo compartido por los propios accesos internos a Internet tuviera que dar soporte también a los teletrabajadores. En general, se buscaba una solución que minimizara el impacto del teletrabajo en nuestro ancho de banda, fuera lo más segura posible y además sirviese tanto para los entornos PC como para los entornos Macintosh”, subraya Chenel.
La solución propuesta por Colt incluye, además de la instalación, configuración y gestión de la VPN con accesos ADSL con un ancho de banda total de 2 Mbps, el enlace con el centro de datos a 100 Mbps, creando así una LAN transparente entre ambos extremos. Además, el ancho de banda Internet que da servicio a los visitantes al portal especializado de IDG se amplió a 3 Mbps. Complementariamente, se replicó toda la información de los distintos recursos corporativos residentes en los servidores Windows 2003 y NAS de la sede central en equipos redundantes instalados en el centro de datos del operador. Actualmente, la compañía está en fase fortificación de la red con una implantación de la encriptación IPSec en toda la red.

Viñeta publicada el 20 de febrero de 1870 en La Flaca n.º 35 Tendencias

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