Machmind implanta la primera factoría de software en la provincia de Ávila
Prevé facturar 3 millones de euros en 2004
La factoría de software que Machmind acaba de abrir en Ávila ha supuesto un gran avance para la zona, ya que ofrecerá una alternativa de empleo para los licenciados y será un referente para que las pymes de la zona no tengan que acudir a Madrid para innovar tecnológicamente sus negocios.
Especializada en el negocio de consultoría de gestión en España, la actividad empresarial de Machmind se inició hace dos años y con la ventaja de lograr desde el primero de ellos rentabilidad. Con oficinas en Madrid, Barcelona y Ávila, en las que trabajan actualmente medio millar de empleados, esta compañía ingresó 17,15 millones de euros en el ejercicio 2003, lo que supuso un 7,8% de rentabilidad. Con estos resultados, Machmind estima unos ingresos de 27 millones de euros, lo que significaría un crecimiento del 10% y aumentar su plantilla con cien profesionales más durante el presente año. Las previsiones que se han marcado para la factoría de Ávila se centran en obtener unos ingresos de tres millones de euros en el presente ejercicio y aumentar la plantilla hasta unas 140 personas (actualmente cuentan con diecisiete profesionales) en el año 2005. En cuanto a la sede de Madrid se refiere, en la que trabajan 55 profesionales, los objetivos son alcanzar cuatro millones de euros a finales de 2004.
Con un negocio estructurado en cinco divisiones: Development, Process, Systems, Markets y Factory, es en esta última donde se encuadra la factoría de software que Machmind ha creado recientemente en la ciudad castellano-leonesa de Ávila, cuya idea surgió en los orígenes de la compañía, si bien no comenzó a convertirse en realidad hasta agosto del pasado año y cuyo proyecto finalizó en enero de 2004.
Para Carlos Delgado, director general de Machmind, “esta es una iniciativa que siempre hemos tenido presente, ya que pensamos que el mercado lo requería. Los departamentos de tecnología de las grandes empresas tienden a acercarse cada vez más hacia la unidad de negocio y esto provoca que lo que no aporta valor, es decir, el diseño, se tienda a sacar fuera, a derivarlo a otras empresas ya que los costes se reducen bastante. Pensamos que por ahí iba a ir la tendencia del mercado y, de hecho, no nos hemos equivocado. Por esto decidimos montar la factoría de software”. Aunque era una idea que tenían en mente, las peticiones y los proyectos requeridos por entidades financieras como Banesto o Banco Sabadell y empresas de distribución como Carrefour fueron argumentos suficientes para saber que era el momento de llevar a la realidad el proyecto.
Iniciativa privada
Esta ha sido una iniciativa totalmente privada que no ha contado con ningún tipo de ayuda estatal, aunque no renuncian a ella. De hecho, los responsables de Machmind han optado a subvenciones de la Junta de Castilla y León, si bien prefirieron invertir los 600.000 euros que ha costado el proyecto y llevarlo a cabo sin ayudas, ya que “desde que las solicitas hasta que llegan el lapsus de tiempo es muy largo”, señala Delgado.
Desde el punto de vista físico, la factoría es un edificio de 500 metros cuadrados dividido en tres plantas con sus respectivas áreas de formación y salas de dirección. La factoría está diseñada por grupos que se corresponden con las diferentes áreas que conlleva todo el proceso que requieren los servicios que prestan. La primera de ellas es la recepción de petición al cliente, seguida del grupo de desarrollo; el de arquitectos y gestión de componentes, encargado de la reutilización del material utilizado; el grupo de calidad y, por último, el de aceptación y pruebas.
Las conexiones con los clientes se realizan a través de líneas RDSI, ADSL y vía satélite. “Tenemos conexión vía satélite porque entendemos que nuestros clientes son grandes y no podemos tener una línea que se llegue a caer –puntualiza Carlos Delgado–. Fiabilidad, rapidez y seguridad son prestaciones que estamos obligados a ofrecer. Cuantas más líneas de conexiones y más rápidas sean, mejor. Aunque nosotros tenemos duplicidad de sus entornos a veces hay que conectarse a sus sistemas, a sus host, etc”.
La división Factory ya estaba en funcionamiento antes de que se construyera la factoría de Ávila, la intención de Machmind es seguir manteniendo los dos frentes. Mientras que en Ávila se dedicarán a la construcción de software, la sede de Madrid seguirá centrando sus objetivos en el teleservicio de construcción y mantenimiento de aplicaciones, ya que desde aquí se conectan directamente a los sistemas informáticos del cliente y funcionan como si estuvieran en sus oficinas. El entorno de desarrollo es el del propio cliente.
Repercusiones para la provincia
La factoría de Ávila dirige su negocio tanto a nivel local como nacional. Por una parte trabajarán en la construcción de software para sus clientes tradicionales y, por otra, se dedicaran a la fabricación de componentes, bien para el consumo de la propia Matchmind u orientados a su comercialización en el mercado para cuando éste lo demande.
A nivel local, el objetivo de esta factoría es convertirse en el motor tecnológico de la provincia de Ávila. Como primer paso para lograrlo, los responsables de Machmind han firmado un acuerdo con la Universidad Católica de Ávila (UCAV) con objeto de captar estudiantes recién titulados de este centro docente y ofrecerles becas formativas para desarrollar proyectos de investigación en su fábrica. Mientras que hasta ahora los titulados tenían que salir de la zona para encontrar empleo, con este acuerdo un gran número de ellos podrá quedarse a trabajar en su provincia. Según Carlos Delgado este acuerdo es importante tanto para Machmind como para esta zona, puesto que “el hecho de que en Ávila existan 130 profesionales cualificados y que no se pierda la capacidad intelectual de la provincia es fundamental”.
Además, el nivel tecnológico de las empresas de la zona no es muy avanzado. De hecho, si alguna de ellas quería acometer proyectos de innovación tecnológica en su negocio tenían que acudir a Madrid para obtener estos servicios. Al implantar esta factoría en Ávila, las pymes de la zona ya tienen un referente tecnológico al que acudir.
“Ofrecemos una situación inmejorable para
la implantación de este tipo de empresas”
Miguel Angel García Nieto, alcalde de Avila
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El alcalde de Ávila, Miguel Ángel García Nieto, ve con optimismo la puesta en marcha de una factoría de software en su ciudad, ya que además de generar empleo en la provincia servirá de referente para que otras empresas sigan la misma trayectoria. Desde este consistorio se está estudiando la línea estratégica para potenciar el futuro industrial de la zona.
¿Qué supone para la provincia la implantación de una factoría de software?
- Se trata de una noticia muy importante para la ciudad. Desde el Ayuntamiento de Ávila estamos trabajando desde hace tiempo en la implantación de nuevas empresas. El que una nueva factoría inicie su actividad y genere empleo es algo muy positivo. Si además se trata de una empresa que abre camino en Ávila en cuanto a las nuevas tecnologías, mucho mejor. Además, las expectativas que se han generado, tanto para Ávila capi
Especializada en el negocio de consultoría de gestión en España, la actividad empresarial de Machmind se inició hace dos años y con la ventaja de lograr desde el primero de ellos rentabilidad. Con oficinas en Madrid, Barcelona y Ávila, en las que trabajan actualmente medio millar de empleados, esta compañía ingresó 17,15 millones de euros en el ejercicio 2003, lo que supuso un 7,8% de rentabilidad. Con estos resultados, Machmind estima unos ingresos de 27 millones de euros, lo que significaría un crecimiento del 10% y aumentar su plantilla con cien profesionales más durante el presente año. Las previsiones que se han marcado para la factoría de Ávila se centran en obtener unos ingresos de tres millones de euros en el presente ejercicio y aumentar la plantilla hasta unas 140 personas (actualmente cuentan con diecisiete profesionales) en el año 2005. En cuanto a la sede de Madrid se refiere, en la que trabajan 55 profesionales, los objetivos son alcanzar cuatro millones de euros a finales de 2004.
Con un negocio estructurado en cinco divisiones: Development, Process, Systems, Markets y Factory, es en esta última donde se encuadra la factoría de software que Machmind ha creado recientemente en la ciudad castellano-leonesa de Ávila, cuya idea surgió en los orígenes de la compañía, si bien no comenzó a convertirse en realidad hasta agosto del pasado año y cuyo proyecto finalizó en enero de 2004.
Para Carlos Delgado, director general de Machmind, “esta es una iniciativa que siempre hemos tenido presente, ya que pensamos que el mercado lo requería. Los departamentos de tecnología de las grandes empresas tienden a acercarse cada vez más hacia la unidad de negocio y esto provoca que lo que no aporta valor, es decir, el diseño, se tienda a sacar fuera, a derivarlo a otras empresas ya que los costes se reducen bastante. Pensamos que por ahí iba a ir la tendencia del mercado y, de hecho, no nos hemos equivocado. Por esto decidimos montar la factoría de software”. Aunque era una idea que tenían en mente, las peticiones y los proyectos requeridos por entidades financieras como Banesto o Banco Sabadell y empresas de distribución como Carrefour fueron argumentos suficientes para saber que era el momento de llevar a la realidad el proyecto.
Iniciativa privada
Esta ha sido una iniciativa totalmente privada que no ha contado con ningún tipo de ayuda estatal, aunque no renuncian a ella. De hecho, los responsables de Machmind han optado a subvenciones de la Junta de Castilla y León, si bien prefirieron invertir los 600.000 euros que ha costado el proyecto y llevarlo a cabo sin ayudas, ya que “desde que las solicitas hasta que llegan el lapsus de tiempo es muy largo”, señala Delgado.
Desde el punto de vista físico, la factoría es un edificio de 500 metros cuadrados dividido en tres plantas con sus respectivas áreas de formación y salas de dirección. La factoría está diseñada por grupos que se corresponden con las diferentes áreas que conlleva todo el proceso que requieren los servicios que prestan. La primera de ellas es la recepción de petición al cliente, seguida del grupo de desarrollo; el de arquitectos y gestión de componentes, encargado de la reutilización del material utilizado; el grupo de calidad y, por último, el de aceptación y pruebas.
Las conexiones con los clientes se realizan a través de líneas RDSI, ADSL y vía satélite. “Tenemos conexión vía satélite porque entendemos que nuestros clientes son grandes y no podemos tener una línea que se llegue a caer –puntualiza Carlos Delgado–. Fiabilidad, rapidez y seguridad son prestaciones que estamos obligados a ofrecer. Cuantas más líneas de conexiones y más rápidas sean, mejor. Aunque nosotros tenemos duplicidad de sus entornos a veces hay que conectarse a sus sistemas, a sus host, etc”.
La división Factory ya estaba en funcionamiento antes de que se construyera la factoría de Ávila, la intención de Machmind es seguir manteniendo los dos frentes. Mientras que en Ávila se dedicarán a la construcción de software, la sede de Madrid seguirá centrando sus objetivos en el teleservicio de construcción y mantenimiento de aplicaciones, ya que desde aquí se conectan directamente a los sistemas informáticos del cliente y funcionan como si estuvieran en sus oficinas. El entorno de desarrollo es el del propio cliente.
Repercusiones para la provincia
La factoría de Ávila dirige su negocio tanto a nivel local como nacional. Por una parte trabajarán en la construcción de software para sus clientes tradicionales y, por otra, se dedicaran a la fabricación de componentes, bien para el consumo de la propia Matchmind u orientados a su comercialización en el mercado para cuando éste lo demande.
A nivel local, el objetivo de esta factoría es convertirse en el motor tecnológico de la provincia de Ávila. Como primer paso para lograrlo, los responsables de Machmind han firmado un acuerdo con la Universidad Católica de Ávila (UCAV) con objeto de captar estudiantes recién titulados de este centro docente y ofrecerles becas formativas para desarrollar proyectos de investigación en su fábrica. Mientras que hasta ahora los titulados tenían que salir de la zona para encontrar empleo, con este acuerdo un gran número de ellos podrá quedarse a trabajar en su provincia. Según Carlos Delgado este acuerdo es importante tanto para Machmind como para esta zona, puesto que “el hecho de que en Ávila existan 130 profesionales cualificados y que no se pierda la capacidad intelectual de la provincia es fundamental”.
Además, el nivel tecnológico de las empresas de la zona no es muy avanzado. De hecho, si alguna de ellas quería acometer proyectos de innovación tecnológica en su negocio tenían que acudir a Madrid para obtener estos servicios. Al implantar esta factoría en Ávila, las pymes de la zona ya tienen un referente tecnológico al que acudir.
“Ofrecemos una situación inmejorable para
la implantación de este tipo de empresas”
Miguel Angel García Nieto, alcalde de Avila
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El alcalde de Ávila, Miguel Ángel García Nieto, ve con optimismo la puesta en marcha de una factoría de software en su ciudad, ya que además de generar empleo en la provincia servirá de referente para que otras empresas sigan la misma trayectoria. Desde este consistorio se está estudiando la línea estratégica para potenciar el futuro industrial de la zona.
¿Qué supone para la provincia la implantación de una factoría de software?
- Se trata de una noticia muy importante para la ciudad. Desde el Ayuntamiento de Ávila estamos trabajando desde hace tiempo en la implantación de nuevas empresas. El que una nueva factoría inicie su actividad y genere empleo es algo muy positivo. Si además se trata de una empresa que abre camino en Ávila en cuanto a las nuevas tecnologías, mucho mejor. Además, las expectativas que se han generado, tanto para Ávila capi
