Los tentáculos de Intel
En los últimos dos años, Intel ha invertido en más de cincuenta compañías que, en conjunto tienen un valor de mercado de más de quinientos millones de dólares, unos 72.000 millones de pesetas. Y desde hace unos meses esta política se ha intensificado. Intel realiza una media de dos inversiones por semana. El motivo de esta fiebre inversora en la compañía que preside Andrew S. Grove, es ayudar a crear nuevas aplicaciones de hardware y software y comunicaciones que conviertan en más atractivos los ordenadores personales y por tanto aumenten la demanda de estos, y a la vez la de los chips de Intel. Pero la estrategia de pulpo que está desarrollando el gigante está poniendo nerviosos a buena parte de la industria que se pregunta hasta donde va a llegar su control de los mercados y cuando cesará su escala de negocio. Porque los resultados son espectaculares. En el primer trimestre facturó 6.400 millones de dólares, con un crecimiento interanual del 40%, pero lo más impresionante fueron los 2.000 millones de dólares de beneficio neto, que crecieron un 80% y que suponen un 43% de la facturación. De esta forma a lo largo de los últimos dos años ha tomado participaciones en empresas como Phoenix Technologies, fabricante de software de control de PCs; en CNET, productor de noticias en Internet y para TV por cable; en Palace, un desarrollador de simulaciones de realidad virtual; en MSH, dedicada a la animación tridimensional; en Rambus, una empresa de chips; en Xircom, el fabricante de equipos para redes; en OZ Interactive, fabricante de software de Internet tridimensional; en 3Dlabs, un fabricante de microprocesadores para gráficos; y en Avid Tech, fabricante de software de edición para videos, entre otras. Además, tiene una empresa conjunta con el gigante americano de la defensa, Lockheed Martin Corp para gráficos tridimensionales. Finalmente, el pasado mes de marzo, lanzó junto a Astra, la compañía luxemburguesa de satélites, la empresa European Satellite Multimedia Services, que pretende proporcionar servicios de conexiones vía satélite para PCs a alta velocidad, tanto para acceso a Internet, como para transferencia de videos. Esta la primera vez que irrumpe en un negocio de servicios, pero no parece que vaya a ser la última, ya que el gigante de chip necesita que las redes de comunicaciones sean de la naturaleza que sean, aumenten rápidamente su velocidad para que todos los progresos en Internet y en los PCs no se vean frustados por la desesperante lentitud de las líneas telefónicas. Así que no sería raro ver a Intel invertir en empresas operadoras de telecomunicaciones, o en proveedores de servicios Internet.