Los superordenadores de IBM, los más eficientes en consumo de energía
Los superordenadores de IBM son más eficientes desde el punto de vista de consumo de energía que los de sus competidores, de acuerdo con la lista The Green500.org.
Si bien el número de fabricantes que trabajan en el área de la supercomputación es bastante limitada (IBM, Cray, SGI, HP), la última lista de Supercomputación ‘verde’ revela que los 20 supercordenadores más eficientes en el mundo se han construido sobre tecnología de alto rendimiento de IBM. De hecho, la compañía acapara 39 de los 50 primeros puestos.
El superordenador más eficiente del mundo es un sistema IBM que está en el Centro Interdisciplinario para el modelado computacional y matemático de la universidad de Varsovia. El sistema genera más de 536 Mflops (millones de puntos de flotación por segundo) por watio de energía.
El primer sistema no IBM que aparece en la lista, es uno de SGI que ofrece 240 Mflops por watio, mientras que los sistemas más eficientes de HP generan 217 Mflops por watio.
"Los superordenadores modernos no sólo pueden centrarse en el rendimiento”, afirma David Turek, vicepresidente de la división de supercomputación de IBM. “Para que sean viables desde el punto de vista comercial, estos sistemas además han de hacer un uso eficiente de la energía”.
No hay ningún indicador en la lista de porqué el hardware de IBM utiliza de forma más eficiente la energía que sus rivales. Podría ser por el hecho de que la compañía utiliza los últimos diseños o los últimos procesadores. No obstante, el conocimiento sobre el consumo de energía de los superordenadores parece ser un tema de preocupación creciente, especialmente por los problemas de refrigeración. En la medida en que los nodos de un superordenador consumen y disipan más energía, necesitan estar espaciados y ser refrigerados de forma considerable. Según el profesor Wu-chun Feng, director del Synergy Laboratory, sin unas instalaciones que cuenten con innovadores sistemas de refrigeración, el sobrecalentamiento hace que los superordenadores sean menos fiables para aplicaciones científicas. Además, señala que el despliegue de estas infraestructuras puede tener el mismo coste que el superordenador en sí mismo y que, incluso, el funcionamiento y el mantenimiento de las instalaciones pueden costar más.
Feng advierte que los 10 superordenadores más potentes de la lista requiere cada uno hasta 10 megavatios de energía, suficientes para mantener una ciudad de 40.000 habitantes. Uno de los sistemas más rápidos, el IBM BlueGene/L, se desarrolló con componentes de bajo consumo pero “el sistema todavía consume varios megawatios de potencia. En cualquier caso de los 200.000 dólares a los 1,2 millones de dólares por megavatio por año, hacen que casi nunca ser traten de sistemas de bajo coste”.