Los sistemas de información en la empresa: una visión desde la cima

Estudio Andersen Consulting/ComputerWorld

El presente reportaje recoge las conclusiones más interesantes de un trabajo conjunto realizado por ComputerWorld y Andersen Consulting en Estados Unidos, que estudia la visión que de las Tecnologías de la Información tienen más de 200 altos ejecutivos de empresas norteamericanas, así como el perfil de la figura del Director de Informática. Se trata de una análisis que se viene realizando desde 1989, y que ofrece interesantes aspectos, trasladables con mínimas variaciones, a la realidad de la empresa española.

Los directores corporativos de nivel superior quieren más potencia y más resultados de la tecnología, y pronto. Presionados por unas juntas directivas cada vez más conscientes de los costos, alentados por el sabor del éxito e incitados por un nuevo interés en los aspectos prácticos del ordenador, los ejecutivos de nivel superior se muestran más entusiasmados que nunca en la tecnología de la información, y demandan más cosas de ella que nunca. Una encuesta de Computerworld/Andersen Consulting entre 203 altos directivos permitió detectar entre ellos una opinión creciente de que los sistemas de información deberán desempeñar un papel más importante y más potente en las empresas, especialmente para potenciar la posición de mercado y la capacidad de beneficios. Ciertamente, el aumento más importante en el estudio de este año tuvo lugar entre aquellos que están decididamente de acuerdo con la opinión de que la informática es la clave para una ventaja competitiva de mi empresa en los años 90. Este porcentaje se duplicó durante los dos años pasados, alcanzando el 57 por ciento.

Sin embargo, muchos directivos siguen estando insatisfechos con las grandes inversiones informáticas, y están aumentando los esfuerzos por obtener más potencia y más resultados de proyectos tecnológicos cuidadosamente preparados.

La mitad (un 48%) de los encuestados en el presente estudio, afirmaron que están obteniendo el valor adecuado por el dinero invertido por su empresa en el área informática. Aunque esto significa una ligera mejoría sobre 1989, apenas ha cambiado desde el último estudio que realizamos sobre el tema en 1991. De hecho, la Dirección de las empresas ha protestado sobre el rendimiento y el elevado precio de los ordenadores desde que se creó el primero de ellos, el ENIAC, en los años 40. Lo que es nuevo es la urgencia sin precedentes por convertir la tecnología en dinero, o por lo menos por hacer que el sector informático desempeñe un papel importante -y creciente- en hacer avanzar los objetivos corporativos clave, promoviendo el cambio y manteniéndose por delante de la competencia.

La informática obtiene buenas notas

El esfuerzo por convertir a las Tecnologías de la Información en un jugador de mayor impacto es comprensible: este año, las empresas norteamericanas invertirán más de 200.000 millones de dólares en ordenadores, telecomunicaciones y servicios relacionados, convirtiendo a la tecnología en el primer desembolso de capital, con gran diferencia, para las empresas. A pesar de esta impresionante inversión, con frecuencia resulta extraordinariamente difícil alcanzar y evaluar unos beneficios claros. No es de extrañar que en los niveles directivos superiores se dude en invertir -sin aparente contrapartida- grandes cantidades de dinero en un agujero negro tecnológico, especialmente cuando otros departamentos se encuentran agobiados y requieren importantes inversiones. Un reciente estudio de la firma Deloitte & Touche sobre 500 compañías, permitió constatar que la perspectiva de crecimiento de los presupuestos informáticos es de sólo un 1% para 1993. Y no es que los profesionales de proceso de datos estén realizando un mal trabajo. Por el contrario, casi dos terceras partes de los encuestados calificaron los departamentos informáticos de sus empresas como muy buenos o buenos. Si se añaden las puntuaciones medias la cifra aumenta a un 91 por ciento. Los directivos entrevistados aplauden el trabajo sólido y consistente que está realizando el sector informático para mejorar la capacidad de respuesta a los clientes externos, promover la solidez financiera de las empresas, aumentar la calidad de los productos y servicios e, incluso, fomentar la innovación. Muchos de ellos reconocen que la tecnología es imprescindible para la simple supervivencia. De todas formas, sigue existiendo un convencimiento firme algo confuso de que el sector de Tecnologías de la Información debería estar haciendo más por contribuir al resultado final y promover el crecimiento de las empresas. (El que esto sea realista es otra cuestión, naturalmente). En consecuencia, las empresas continúan en su esfuerzo por encontrar la solución única y específica que les ayude a convertir en dinero y en liderazgo de mercado sus millones de instrucciones por segundo.

No es exagerado afirmar que el resultado de estos esfuerzos ejercerá un impacto profundo no sólo en los directores de informática y en su profesión, sino también sobre compañías enteras y sobre el sector informático mismo.

Nuevos fanáticos de la tecnología

Resulta irónico destacar que, hasta hace poco, los directores de las empresas constituían el último gran reducto frente a la tecnología, especialmente los primeros ejecutivos en las grandes empresas. Muchos aceptaban las ventajas, pero se resistían a aceptar los ordenadores propiamente dichos para su uso personal, al considerar que resultaban demasiado secretariales y que consumían demasiado tiempo. Sin embargo, estos jefes superiores ya no se muestran temerosos ante los ordenadores. Nuestra encuesta mostró que un 81% de los ejecutivos superiores utilizan actualmente PCs o terminales de forma regular. Esto es casi el doble de la cifra de hace cuatro años. Otro signo indicativo es que la cantidad de ejecutivos que muestran un fuerte interés en la informática aumentó un 10% desde nuestro estudio de 1991, y ahora está en un 58 por ciento. Hace dos años, un 21% de los ejecutivos no podían siquiera nombrar una tecnología a la que consideraran clave para el éxito de su empresa. Actualmente, este número ha descendido a un 7 por ciento.

Resulta difícil saber exactamente cómo esta utilización práctica afectará a la futura dirección tecnológica en las empresas, pero es ciertamente un signo más de que los conocimientos tecnológicos han rebasado para siempre los límites de la sala de ordenadores. En realidad, muchos ejecutivos no técnicos pueden discutir ahora con gran fluidez sobre cuestiones de groupware, cliente/servidor, proceso de imágenes, rightsizing y otras de gran actualidad. Es posible que no conozcan todos los detalles, pero conocen las palabras clave y el mensaje. Además de los elevados gastos y una utilización más práctica y real, hay algunos otros factores, incluyendo una sensación de éxito, que hacen que la tecnología sea un tema de alto interés en las salas de juntas. Muchos ejecutivos superiores hablan con orgullo de proyectos informáticos actuales o pasados que aceleran el servicio al cliente, reducen los tiempos operativos o simplifican la entrada de pedidos y las entregas, por nombrar sólo algunos de los favoritos. En algunos casos, los resultados han sido espectaculares.

¿Cómo están progresando?

Entonces, ¿cómo están convirtiendo los líderes empresariales este mayor interés en la tecnología en unos resultados brillantes dentro del informe anual de la compañía? Muchos están llevando a cabo de forma agresiva acciones que a un mismo tiempo alientan y aterrorizan a los departamentos y directores informáticos. Entre las tácticas clave para incluir un proceso de datos más potente dentro de la corriente general de actividad de la empresa están las siguientes:

* Aplicar el test de los resultados. Es más fuerte que nunca la creencia de que los proyectos tecnológicos deberán producir un beneficio definitivo para que puedan recibir los fondos necesarios. <

Viñeta publicada el 20 de febrero de 1870 en La Flaca n.º 35 Tendencias

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