Los contratos son siempre muy gratificantes en cualquier época del año...
Los contratos son siempre muy gratificantes en cualquier época del año, pero conocer en qué momento resultan providencialmente más impactantes y contagiosamente emocionantes, es difícil de concretar. Porque los sufridores de las ventas en el momento actual, discrepan radicalmente en la fijación temporal de los estigmas que jalonan las contrataciones anímicamente explosivas. Unos sitúan sus preferencias en los primeros meses del año, porque les reporta la tranquilidad indispensable para intentar conseguir facturaciones filigraneras antes de la conclusión del ejercicio económico. Pero los rabiosamente masoquistas se decantan por el final del año, ya que disfrutan de una satisfacción tan exultante que les catapulta a iniciar el siguiente período con renovado espíritu emprendedor, después de haber pasado de la posible vituperación -con interrogante peligroso sobre sus cabezas- a disfrutar de la gloria del triunfador, de las pelas añadidas, y de garantizar la seguridad en el trabajo. Me gustaría saber, por sencilla curiosidad, donde se ubican las sensaciones del grupo humano de Dell España, artífice de la proeza de vender 3.000 equipos, aproximadamente, a Caja de Madrid. Creo que se trata del espaldarazo definitivo para contribuir a derrumbar el muro de la incertidumbre sobre las aptitudes de Dell para responsabilizarse de los compromisos en grandes cuentas. El contrato con la entidad de ahorros madrileña comprende el suministro al Proyecto NIT (Nueva Infraestructura de Teleproceso), con instalaciones en sucursales, corporación financiera, y servicios centrales. Los equipos a entregar son OPTIPLEX 486, desde 25 a 66 MHz.
