Lo que se aprende con la publicidad
En estos días están emitiendo un anuncio donde se ve un grupo de clientes constituidos en una asamblea, digamos estas que están ahora de actualidad, tipo indignados.
En la asamblea, de una forma abierta y sin cortapisas, estos clientes quieren hacer valer sus derechos, y el tono va subiendo con peticiones cada vez más atrevidas, que se empiezan a tildar de imposibles de aceptar por su agresividad, y que se convierten en auténticas “cartas a los Reyes Magos”.
¿Cual es la petición final que los clientes proponen a Telefónica y que es aceptada? Pues que les den los sms gratis (?), petición que yo considero comparable a que te regalen el hielo si vives en el Polo Norte.
¿De verdad que alguien se puede creer que unos clientes inteligentes, van a considerar una petición de este tipo como la panacea? Podrían por ejemplo haber pedido que desvincularan el ADSL de la decimonónica línea fija y que no les obligasen a pagar mensualmente unas cuotas de algo que no utilizan, pero parece ser que a nadie se le ha ocurrido. O pedir que les regalen otro servicio que realmente se utilicen y no un sms que de ser el servicio estrella va desapareciendo a gran ritmo.
Me parece que en este anuncio queda bastante mal parado el cliente de Telefónica si realmente el anuncio responde a sus peticiones reales, o quizás este anuncio no responde a “la voz del cliente” y entonces tratan a sus clientes como si nunca fuesen a Media Markt.