Llega la era de la Internet Móvil
Las grandes compañías comienzan a adoptar estrategias de Mobile Business
La conexión a Internet a través de redes inalámbricas, la Internet Móvil, está en el punto de mira de las empresas. Por un lado, las compañías de Telecomunicaciones desean comenzar a rentabilizar las grandes inversiones realizadas en la adquisición de licencias (UMTS) y el despliegue de la red; por otro, las grandes empresas ven en las soluciones de Mobile Bussiness la posibilidad de mejorar la calidad en el servicio al cliente y mejorar la operativa de los procesos internos de gestión.
De momento, las posibilidades de acceder a Internet a través de redes inalámbricas y desde todo tipo de dispositivos (PDA, Portátil, Teléfono, etc) se limita todavía a la llamada generación 2,5G, o GPRS (General Packet Radio Service), una tecnología que transmite los datos por la red de forma “paquetizada” con velocidades de 24 a 117 Kbps, dependiendo del tipo de terminal con el que se realice la transmisión.
Mientras, el mercado aguarda la llegada de la tecnología UMTS (Universal Mobile Telecommnication System), diseñada para datos en lugar de voz, con interfaz basado en CDMA, y que utiliza un backbone de commutación de datos basado en tecnología IP sobre redes ATM. Es decir, que permita el tráfico de datos multimedia por banda ancha con una transmisión de hasta 2 Mbps.
No obstante, las grandes empresas ya han comenzado a tomar posiciones. Según el informe “e-Transformación: Perspectiva del Negocio Electrónico en España II”, elaborado por la consultora PWC Consulting, el 33% de las grandes empresas españolas se encuentran ya emprendiendo iniciativas de Mobile Bussiness, y el 63% prevé a corto plazo su implantación.
Por industrias, los sectores de las telecomunicaciones, entretenimiento y servicios financieros son “los más pioneros en este tipo de iniciativas”, según cuenta Jordi Hernández Nieto, senior manager de PWC Consulting y miembro del equipo responsable de la elaboración del informe. Hernández Nieto señala que entre los motivos que impulsan a las compañías a adoptar este tipo de soluciones, se encuentra “la mejora de la relación con el cliente (CRM), y en segundo lugar, la mejora operativa de los procesos internos de la compañía (Back Office)”.
Por lo tanto, es fácil deducir que las empresas comenzarán a introducir aplicaciones Mobile Bussines de manera prioritaria en las áreas comercial y de marketing, con el objetivo de “que puedas llegar a tu cliente, esté donde esté, en cualquier momento, lo que aporta un gran valor añadido”, afirma Jordi Hernández. Y en cuanto a la mejora de la eficiencia de la operativa de la compañía, el consultor pone como ejemplo la automatización de las fuerza de ventas en empresas de logística, transportes o con fuerza comercial desplazada, lo que implica mejorar el proceso interno de la compañía.
En cuanto al mercado residencial, dirigido a usuarios finales, Jordi Hernández apunta un desarrollo más lento, aunque “empezaremos a ver cosas vinculadas a los sistemas avanzados de mensajería (MMS) que ofrecen muchas posibilidades en las pantallas de los terminales, en cuanto se consiga llegar a una economía de escala para que los terminales sean accesibles por el segmento joven, donde pueden “coger” más estos servicios”, afirma Hernández.
Todo indica que se trata de un mercado, aún incipiente, pero con mucho potencial y que abre enormes posibilidades. Aunque precisamente por estar empezando, plantea todavía muchas incertidumbres.
Incertidumbres
La primera cuestión que se plantea se refiere al modelo de negocio que primará entre operadoras de telecomunicaciones y proveedores de contenidos y servicios, “aunque este tema ya lo estamos viendo en Internet”, apunta Jordi Hernández.
Más importante es el tema legislativo, cuestión que afecta a las operadoras Amena, Vodafone, Telefónica Móviles y Xfera (en 3G), ya que “habría que clarificar la situación de los operadores móviles virtuales (dan servicio, pero no tienen red propia), que pueden convertirse en jugadores en este negocio”, explica. También está el tema de la nueva Ley de Firma Digital, en cuanto que “puede dar confianza a los sistemas asociados a la seguridad y autenticación en las transacciones electrónicas”.
Y una tercera cuestión será ver cómo evolucionan los terminales, las capacidades y funcionalidades que pueden aportar, y la posibilidad de contar con subvenciones para su adquisición, tal y como se hizo para abrir el mercado GSM.
Sobre los terminales, Jordi Hernández destaca los avances que se están produciendo en cuanto al interfaz de usuario, en concreto la mejora de las pantallas, así como las posibilidades de computación que abre el sistema JAVA en los móviles, la llegada de las PDAs, los sistemas de reconocimiento de caracteres, etc. Incluso, Hernández vaticina la aparición de terminales exclusivos para determinadas funciones específicas.
Sin embargo, mientras el tiempo se encarga de aclarar estas incertidumbres propias de un mercado que empieza a desarrollarse, lo cierto es que alguna de estas cuestiones supone un freno para muchas compañías. Así lo reconoce el informe de PWC Consulting, al afirmar que más de 40% de las empresas consultadas considera la carencia de terminales y la capacidad de ancho de banda (GPRS frente a UMTS) como las principales barreas a la hora de implantar una estrategia orientada al Mobile Business. Y en este sentido, es el sector financiero el que más valora la ausencia de ancho de banda como una de las causas del retraso.
Destaca el hecho, además, de que la seguridad está muy por debajo de otras cuestiones consideradas “barreras”, como son la infraestructura tecnológica, la rentabilidad por precio de acceso, el cambio de gestión en los procesos , o la falta de estándares.
Aplicaciones y servicios
Otro de los aspectos que interesa a las empresas se centra en las aplicaciones y servicios que puedan proporcionar un valor añadido o mejorar los procesos de gestión.
En este apartado, el consultor de PWC Consulting señala que, a la hora de implantar una estrategia de Mobile Business, hay que partir del concepto de que la movilidad es algo individual dentro de las empresas, lo que implica “una herramienta de uso personal de un individuo, que pertenece a una organización, y que le facilita sus necesidades empresariales tanto hacia le exterior (con el cliente) como con el interior (con la empresa)”. A partir de aquí, Jordi Hernández indica que las aplicaciones tienen una orientación vertical hacia una serie de industrias muy diferenciadas. “Cuando se piensa en una aplicación de automatización de fuerzas de ventas, no es lo mismo una aplicación para la industria farmacéutica, para la banca o para la industria del Retail, es decir, hay que tener en cuenta cuáles son los procesos de bajo nivel y sus necesidades específicas. El