Las verdades y mentiras de utility computing
Los proveedores analizan este modelo y su implantación
Acceder a la tecnología como se hace a otros servicios como la luz o el gas. Esto es utility computing o informática bajo demanda, un concepto que, como explica Juan Polo, responsable del Negocio de Servidores de Gama Alta en Sun Microsystems Ibérica, responde a la demanda de los clientes de pagar sólo en función de las necesidades de cada momento y según el consumo realizado. “La idea –asegura Polo– implica pagar a una compañía por suministrar capacidad informática, pero sólo cuando ésta se necesita y en la cantidad en que se necesita de modo que, en lugar de adquirir hardware y software, las empresas sólo pagan por el trabajo que se realiza en esos sistemas”. Entre las ventajas de la informática bajo demanda, Polo destaca que proporciona capacidad técnica para aumentar o disminuir los recursos informáticos fácilmente, para hacer frente a las variables cargas de trabajo que experimentan las empresas; cambia el modelo de precios de las TI del habitual pago por adelantado al pago a medida que se utilizan; y permite realizar el seguimiento que se requiere para generar informes de facturación para el pago según el uso y proporciona mucha más visibilidad de las operaciones de TI, de sus costes y de su relación con las actividades de negocio que soportan. Asimismo, el responsable destaca otras posibilidades como la activación remota de aplicaciones. Los resultados de este modelo parecen positivos: “Nuestra experiencia nos ha demostrado que este modelo ayuda a alcanzar las metas corporativas mediante la generación de eficiencias económicas inmediatas y la mejora del retorno de inversión”, señala Polo.
Por su parte, Juan A. Zufiría, director general de IBM Global Services España y Portugal, señala como principales ventajas para las empresas de la informática bajo demanda una mayor capacidad de respuesta ante los cambios en sus entornos informáticos, mayor flexibilidad al contar con una estructura de costes variable y adaptable a las necesidades de la empresa, capacidad para concentrar y dedicar sus recursos a las competencias clave de su negocio, delegando en socios estratégicos la gestión de determinadas tareas y, finalmente, incrementar su solidez, contando con capacidad de recuperación inmediata en caso de que ocurran incidencias imprevistas. Claro que, Carlos Santamaría, responsable en HP España de la iniciativa Adaptive Enterprise (el nombre con el que la empresa denomina a la informática bajo demanda), puntualiza que “no hay que identificar utility computing con outsourcing como hacen otros jugadores del mercado, ya que este modelo no impide al cliente que siga gestionando él mismo sus procesos.
Realidades en el mercado español
Santamaría revela que HP ya cuenta con veinte clientes de utility computing, aunque no especifica ningún nombre. “Estamos convencidos de que esta filosofía va a crecer y que se extenderá, además de a la capacidad de proceso, al almacenamiento y a servidores de gama más baja en la línea de HP”, señala. Zufiría es más concreto al respecto: “En 2002 IBM creó el concepto de e-business bajo demanda y a lo largo 2003 hemos centrado nuestros esfuerzos en desarrollar este modelo, adaptando nuestra oferta de productos y servicios y haciendo campañas con nuestros socios. Algunos de los clientes para los que hemos desarrollado proyectos de e-business on demand en España son Auna, Endesa, American Express y Deutsche Bank y este año prevemos que muchas empresas comenzarán y otras continuarán con su transformación hacia el modelo bajo demanda”.
Por su parte, Polo manifiesta que en los últimos meses está ganando mucha fuerza este concepto tanto entre proveedores del sector TI como entre sus clientes, “quienes ven en este modelo la solución a gran parte de sus problemas de coste con respecto al uso de las TI”. Las primeras compañías que se sumaron a esta tendencia fueron, según Polo, aquellas con problemas de tesorería que no tienen el dinero necesario para comprar los últimos equipos, pero, asegura, “la idea también ha ido atrayendo a empresas florecientes que buscan reducir sus costes, como es el caso de los recientes contratos firmados por Sun con compañías como las alemanas Daymler Chrisler y Amadeus o la noruega DM Data. En España ya contamos con clientes de relevancia que están implementando tecnología de Sun bajo este concepto”.
Gonzalo Landaluce, director general de Veritas Software, que califica el concepto de utility computing como una “apuesta tecnológica sólida y de futuro”, señala que es precisamente así como lo perciben sus clientes. “Aunque la juventud del modelo hace que no existan a día de hoy compañías que lo hayan adoptado al 100%, estamos viendo que apuestan por nuestra tecnología como vía para convertir sus centros de proceso de datos de centros de coste a centros de rentabilidad”, señala.
Algo más que ahorro de costes
Según Zufiría la reducción de costes no es la única ventaja de la informática bajo demanda, aunque éste señala el importante ahorro de Endesa, que firmó en 2003 un contrato con IBM de e-business bajo demanda, valorado en 151 millones de euros, con el que pretende reducir sus costes en 83 millones de euros. “Otras razones que han llevado a esta empresa a firmar este contrato son la necesidad de contar con una infraestructura más flexible y con un servicio con capacidad de recuperación ante desastres, que permitirá mejorar la atención a sus clientes”.
También destaca el valor de la disminución de costes Jordi Gascón, director de Tecnología de Computer Associates, aunque puntualiza que ésta varía en función de las características de cada organización: “Si pensamos en la capacidad sumada de todos los servidores departamentales y el uso real de cada uno de ellos, veremos que estamos desperdiciando más del 60% de su capacidad, según diversos analistas. Contamos con que nunca llegaremos al pleno uso de estos servidores por la propia estacionalidad de algunos procesos de negocio pero, simplemente invirtiendo estos porcentajes, es decir, utilizando el 60% de su capacidad en lugar del 40%, veremos que podemos ahorrar un 20% en el presupuesto de hardware. Que cada empresa haga sus números”. Además, señala que el hecho de que el usuario obtenga el servicio sin preocuparse cómo lo consigue es un hecho positivo.
Ofertas diferenciadas
Según Zufiría, la diferencia del mensaje de IBM es que éste es global y no supone sólo una forma diferente de acceder a la tecnología, sino que va más allá: “Contempla la transformación de la infraestructura y de los procesos de negocio para convertir a las empresas en organizaciones más flexibles con capacidad de adaptarse al cambio. Es una visión más completa que abarca aspecto