Las TIC al servicio de la Sanidad

No hay duda alguna y es, además, algo aceptado por todos el que una inversión inteligente en Tecnologías de la Información y las Comunicaciones aporta una notable mejora a la sanidad en mayúsculas. Las TIC ayudan no sólo a hacer más eficientes los centros asistenciales y hospitales sino que su aplicación correcta impacta directamente en la salud de los ciudadanos. Hasta aquí todo correcto. El problema, que como en todo existe, pasa no por la tecnología en si misma sino por su implantación. Me explico, no digo que se esté implantando mal, sino que se podría hacer mucho mejor. El problema deriva como en muchos otros casos de la necesidad de disponer de 17 sanidades diferentes correspondientes a las 17 comunidades autónomas que conforman el estado español. No voy a entrar a valorar esta cuestión porque es lo que hay. Lo que sí preocupa es que las 17 deberían tener un objetivo común y no 17 muy diferentes entre sí. Esto implica que haya proyectos- no digo todos cuya viabilidad hubiera salido adelante simplemente replicando un proyecto ya implantado en otra sanidad de cualquier otra comunidad autónoma. Pero no, aquí hasta ahora esto no importaba y todos queremos inventar la rueda. Viene esto al hilo de un concepto que año tras año sale a la palestra en cualquier foro tecnológico relacionado con la sanidad: la interoperabilidad. Y nada, todos los años más de lo mismo y ya van unos cuantos. Pero como todo llega parece que por fin el reto de la interoperabilidad tiene sus días contados porque ya en breve será una realidad. Atrás quedarán los años en los que el objetivo y el deseo de todos era la existencia de una única tarjeta sanitaria valida para todos los sistemas sanitarios nacionales. Y todo será gracias al gran esfuerzo realizado por todos: empresas de tecnología, personal sanitario, políticos y ciudadanos, porque todos ellos han entendido que lo que está en juego es ni más ni menos que la salud de todos.