Las "señales honestas", llave para la productividad
El MIT inventa el sociómetro para interpretar con software el lenguaje no verbal
Pentland asegura que “todas estas señales se pueden medir con tecnología, creando patrones y, por tanto, pudiendo establecer predicciones sobre el comportamiento humano”. El grado de exactitud es tal, según apunta, que “en una negociación salarial podríamos predecir el aumento sin ni siquiera escuchar la voz, únicamente atendiendo a la actitud de los interlocutores”.
¿Ha encontrado la fórmula mágica para distinguir a los buenos de los malos? Su respuesta es clara: “No, lo que hemos descubierto es qué funciona y qué no”.
Una de las aplicaciones más interesantes del software desarrollado por el MIT, esto es, el sociómetro, es la que se da en el campo médico y, más concretamente, en la detección de depresiones, que “suponen la mayor causa de baja laboral y uno de los factores más importantes en la reducción de esperanza de vida”, precisa Pentland. Gracias al procesamiento de las señales que transmite el sujeto, es posible detectar el trastorno con mayor rapidez que los procedimientos médicos actuales. De hecho, el profesor asegura tener “un nivel de precisión del 80%, esto es cinco veces más que la psicología”.
Paralelamente, y aplicada la tecnología al mundo empresarial, el equipo que lidera Pentland ya cuenta con experiencias en las que han conseguido notables mejoras de productividad entre los empleados. Es el caso de un call center en el que el mero hecho de hacer coincidir la hora del café entre los empleados hizo incrementar la productividad, ahorrando 12 millones de dólares al año.
Y es que los estudios de Pentland ponen de manifiesto que “el 80% de la información que se transmite en una organización se hace cara a cara”, por lo que “si una empresa quien cambiar la productividad tendrá que saber gestionar la comunicación interpersonal”. Por ello el profesor del MIT no se muestra muy amigo del uso del teletrabajo o de las redes sociales por Internet, pues subraya la necesidad del trato personal. Empresas como CogitoHealth o SenseNetworks ya han experimentado con el sociómetro.
Riesgos: 1984, de Orwell
Si los beneficios de esta tecnología son claros, también lo son los riesgos, puesto que medir y procesar las interacciones humanas a través de software embebido en dispositivos portátiles ad hoc o, incluso, en el mismo móvil, puede llegar a invadir la intimidad. Además, del mismo modo que estos datos nos avanzan cuándo nos van a lastimar y nos podemos proteger, al agresor también le anticipa en qué momento somos más vulnerables para un ataque. Llevado al extremo, el propio Pentland asegura que podrían confeccionarse empresas de diseño, esto es, con personal a la carta que según estas ‘señales honestas’ responderá únicamente del modo que nosotros deseemos y, dando una vuelta más de tuerca, sociedades enteras.
Precisamente por este motivo, Pentland trabaja con el World Economic Forum (Foro Económico Internacional) y las autoridades norteamericanas para prevenir estos riesgos que, en el caso de la geolocalización, parecen más sencillos de evitar, puesto que depende únicamente de una autorización del usuario.
Señales honestas
-------------------------
• Influencia. La cantidad de influencia que cada persona tiene sobre otro en una interacción social. La influencia se mide por el grado en que una persona consigue que el patrón de la otra persona coincida con su propio patrón.
• Mimetismo. La copia reflexiva de un ser humano a otro durante una conversación, dando lugar a un intercambio inconsciente de las sonrisas, las interjecciones y la cabeza asintiendo durante una conversación.
• Actividad. El aumento de los niveles de actividad normalmente indica un interés y entusiasmo.
• Coherencia. Cuando los pensamientos no están claros, el discurso e incluso los movimientos son bruscos, desiguales, acentuados y acelerados.