Las redes de valor y la memoria corporativa, grandes activos
Foro Jueves con Conocimiento de la Fundación Dintel
El libro Redes de valor desarrolla conceptos tradicionales del análisis de sistemas, orientados a mejorar la gestión de las empresas y organizaciones, en pos del beneficio, poniendo en práctica sus dotes de creatividad y espíritu emprendedor. Fundamentalmente, se centra en la definición de las redes de valor, diferenciando este concepto de los más habituales de cadena de suministros y cadena de valor. El libro también recoge una exposición de los distintos componentes de una red de valor, apoyada en cada una de las partes con múltiples ejemplos de casos reales, que avalan las exposiciones teóricas. Según Valentín Sanz, una red de valor es “un diseño de organización, en una concepción global de la empresa, que busca los posibles beneficios escondidos que pudiera haber en los distintos procesos involucrados, orientándolos, como fin último, a lograr la mejor satisfacción de los clientes y los mayores beneficios de las empresas u organizaciones”. Para que una red de valor tenga éxito, tiene que existir una demanda creciente por parte de los clientes, una oferta de productos estandarizados, mayor competencia por parte de las “star-up” de Internet y economías de escala. El autor hace uso de estos factores para desarrollar un marco que define el diseño de negocio creador de valor: la proposición de valor, es decir, la oferta de la compañía dirigida a los clientes; el alcance o actividades a desarrollar y agentes participantes; el retorno del capital; la protección del beneficio a lo largo del tiempo con ventajas sostenibles; y la ejecución o capacidades humanas y tecnológicas que van a mantener unidos a los restantes elementos.
La información, accesible sólo para quién la necesita
Por su parte, José María Hernández, basó su exposición en la propia experiencia de su empresa, Panda Software, que les ha llevado a pasar de 7 empleados en 1993 a 700 en la actualidad y de tener sólo ventas a nivel nacional a ser una empresa a escala mundial con presencia en más de 45 países. Como él mismo reconoce y como viene recogido en el libro, hoy no hay un programa informático capaz de realizar una memoria corporativa completa.
Sin embargo, muchos directivos admiten que lo más importante de una empresa son los conocimientos y la experiencia de sus empleados. A continuación, Hernández explicó diferentes conceptos que aparecen en el libro y los relacionó con su experiencia personal. Tal es el caso, del concepto de sueño, importante para poder posicionarse en el mercado y ver cuáles son tus objetivos y necesidades; o del concepto de creatividad, relacionado con los conocimientos ideales, necesarios para crecer y abrir nuevos caminos.
También son importantes los niveles de seguridad, y es que la información tiene que estar accesible para quien la necesita, no para todos, incluyendo quien no la necesita.