Las nuevas tecnologías IP a favor del medio ambiente
Actualmente, las cámaras de videovigilancia IP se utilizan para múltiples aplicaciones, desde bancos, centros comerciales o club deportivos hasta hoteles o complejos turísticos, pero también para observar y estudiar cigüeñas, pantanos, cordilleras o bosques. Su calidad de imagen, la capacidad para almacenar y transmitir todo aquello que ocurre sin ocupar gran ancho de banda, o la disponibilidad que ofrece un navegador web para saber lo que está pasando en cualquier parte del mundo, están resultando de gran utilidad para cometidos medioambientales.
¿Por qué no podemos saber qué está ocurriendo en todo momento en nuestros bosques, si se cortan más árboles de los necesarios, si se cazan animales en tiempos de veda o si se están produciendo migraciones de aves a deshora, de una forma cómoda, rápida, sin instalaciones que perjudiquen nuestro medio ambiente y con un simple click de ratón?
Las herramientas que actualmente existen en el mercado permiten llevar a cabo numerosos e importantes proyectos de investigación, estudio, análisis y previsión. En el caso de las cámaras IP, estamos ante una tecnología que, gracias a su fácil instalación, su cada vez mayor resistencia y la posibilidad de conexión con la tecnología Wi-Fi, permite que estos dispositivos sean una ayuda perfecta para algunas tareas, en ocasiones, bastante complicadas.
Por ejemplo, en el Monte Zugspitze (Alemania) se ha instalado una cámara a 2.965 metros de altitud, que pertenece al departamento científico del Instituto de Meteorología de la Universidad de Munich, cuyo fin es obtener muestras e imágenes de las nubes y de las condiciones meteorológicas. Esta estación cuenta con un sistema de videovigilancia IP que transmite las imágenes en tiempo real y sin deficiencias, fruto de las bajas temperaturas o de condiciones climatológicas adversas.
En España ya se están llevando a cabo proyectos similares, como en el Parque Nacional del Teide, donde hay instalados sistemas de videovigilancia IP. Se evitan traslados y permite conocer cualquier incidencia que se produzca en el mismo momento en que tenga lugar.
En definitiva, las nuevas tecnologías nos ayudan a mejorar no sólo aspectos empresariales, de consumo y entretenimiento, sino también nos pueden apoyar a conseguir algo tan importante como la conservación del medio ambiente. Siempre, eso sí, teniendo en cuenta las herramientas utilizadas y su total adaptación al entorno.
J. Garzón es responsable para España y Portugal de Mobotix AG