Las ferias informáticas generalistas deben tomarse un respiro para debatir con las empresas puntos de vista esencialmente vitales para el interés de los expositores...
Y, las conclusiones, deben verse reflejadas en la organización de los eventos. No es el momento de ejercer de cipayos aceptando postulados esperpénticos. La consecuencia de las imposiciones son las deserciones. A ningún organizador le agrada que su certamen cobre actualidad por las ausencias de empresas y de visitantes, y alimente sus jornadas con olas de rumores. Es conveniente meditar la declaración hecha a COMPUTERWORLD por Xavier Salvans, director de Informat, con motivo de la última edición del certamen. Refiriéndose a la posibilidad de que SIMO e Informat se celebren alternativamente, basándose en conversaciones mantenidas con representantes de la primera, añadió: Está claro que la coyuntura actual no permite la celebración de dos ferias informáticas al año. Por eso, quizás el próximo año tengamos que plantear la alternancia. Algo con lo que sintonizaríamos mucho más con la situación del sector. Es posible que algún miembro de SIMO, privada y particularmente, en un rasgo de cortesía, expresara razones sobre la alternancia. No obstante, salvo que estuviera diplomáticamente sugerida desde las alturas, dudamos que fuera aceptada la sugerencia por parte de SIMO. Pueden estar seguros los organizadores de esta feria que, el hueco que dejase su ausencia en Madrid, sería aprovechado hábilmente por otros para montar una buena exposición. ¿Para qué correr riesgos?.
Ante cualquier tipo de manifestación informática, hay que rendirse a la evidencia: expositores y visitantes son los únicos jueces capaces de otorgar o quitar la razón. Habrá que conquistarlos.