Las facturas en papel se extinguen poco a poco
La legislación obligará a las empresas a facturar vía Web en 2010
“España está entre los países más avanzados de todo el mundo en lo que a digitalización certificada y factura electrónica se refiere”. Así lo aseveró Carlos Maza, subdirector general de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio durante el III Congreso de Facturación Electrónica, organizado hace unos días por Asimelec. Éste añadió que junto a los desarrollos tecnológicos que permiten dicha facturación electrónica, el desarrollo de la legislación tiene mucho que ver. Asimismo, aseguró que gran parte del avance de la certificación electrónica en España es fruto de la política de e-firma, que permite legalizar cualquier documento electrónico. Y destacó cómo la Orden de Presidencia, la Ley de Contratos, y el concepto de obligatoriedad contenido en la LISI (Ley del Impulso de la SI) son factores necesarios para el impulso de la facturación electrónica. “Mucho tienen que ver también los 7,8 millones de euros que se invirtieron en el programa Avanza Pyme el pasado año y los 4 que se destinarán en 2008”, añadió.
Impulso legislativo
Como recordó Juan José Segura, responsable de Factura Electrónica de la Agencia Estatal de Administración Tributaria, la legislación establece que las grandes compañías que facturen a la Administración tendrán que hacerlo de manera electrónica a partir de principios del próximo año, y será desde noviembre de 2010 cuando el resto de empresas estén obligadas a realizar esta tarea de forma telemática.
Según Julián Inza, presidente del grupo de trabajo de factura electrónica de Asimelec, “la adopción de la factura electrónica viene promovida, por un lado, por aquellas empresas que la ven como un signo de los nuevos tiempos y consideran que su adopción les va a dar una serie de ventajas; y aquéllas que la adaptarán por la imposición normativa. Aunque hay que reconocer que los poderes públicos se resisten a que se vea como una obligación y en muchos de los casos ni siquiera hay sanciones”.
Eso sí, datos como los provenientes de un estudio de PricewaterhouseCoopers de 2006, que asegura que esta forma de facturación propiciará ahorros de costes de en torno a un 60% en estos procesos (pueden superar los 9 euros por factura), ayudan a que cada vez más empresas automaticen sus procesos contables, supriman el manejo de facturas de papel y agilicen los archivos de facturas con herramientas de e-facturación.
El caos de los formatos
No obstante, uno de los mayores problemas que rodea la facturación electrónica son los múltiples formatos que existen. Las últimas reuniones del CEN (Centro de Normalización Europea) muestran un panorama en el que hay una gran fragmentación entre los diferentes organismos que están desarrollando soluciones de e-facturación. Por su parte, el CEN, con una fuerte participación de la Agencia Tributaria, está tratando de crear una solución interoperable de contratación pública electrónica y de comercio electrónico que funcione en toda Europa con un formato abierto. Lo demuestran acciones como la creación del formato Facturae por parte de los organismos reguladores de la Administración, que permiten que la Agencia Tributaria pueda solicitar la presentación de facturas bajo una serie de requisitos. Juan José Segura recordó que el formato Facturae, basado en lenguaje XML, “puede ser utilizado por todas las entidades y sus clientes de forma gratuita con la garantía de estar en convergencia con los formatos que se definan en los foros europeos”. Aunque ya existía un formato anterior con similares características, la publicación del formato Facturae se realizó en octubre de 2007. Desde entonces, el 80% de los prestadores de servicios de e-facturación ya dan soporte al formato.
“El desarrollo legislativo contribuye a que las
empresas interioricen las ventajas de la e-factura”
Julián Inza, presidente del grupo de trabajo de factura electrónica de Asimelec
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¿Cuál es el gran reto de la e-factura?
- Que se interioricen sus ventajas por parte de las empresas. El desarrollo legislativo está contribuyendo a esa interiorización.
¿Cuáles son los mayores problemas para su adopción?
- Ahora, más que problemas relacionados con la resistencia al cambio, nos enfrentamos a problemas técnicos y, afortunadamente, éstos tienen solución. Las máximas ventajas de la factura electrónica se producen cuando se utilizan formatos estructurados, básicamente XML. Con la factura electrónica, la empresa puede captar fácilmente todos los datos, de modo que la gestión se automatiza. En las pymes no se puede aspirar a eso: con que reciban las facturas en PDF ya es mucho.
¿Preocupa la obligatoriedad de la factura electrónica?
- Estas obligaciones son más bien avisos. Nuestros legisladores no quieren ejercer una alta presión.
¿La e-facturación genera ya negocio?
- Cada vez que hay una novedad legislativa hay negocio. Por primera vez, ese negocio de los desarrolladores se transforma en mejoras palpables para los usuarios. El retorno es casi inmediato. Además, la e-facturación es una herramienta muy potente para la interiorización de la Sociedad de la Información.